La impunidad del crimen organizado sigue en Sinaloa, al noroeste de México, y nadie ha sido capaz de detenerla. Se nota principalmente en la ciudad de Culiacán, cuna del narcotráfico en México, donde los habitantes son testigos de la realidad que asfixia al país.
Hombres armados fueron captados levantando a una persona a plena luz del día y en un centro comercial de la ciudad de Culiacán (Foto: Captura de pantalla)
Todo paso a ojos de algunos comensales que se encontraban en el fraccionamiento residencial Alameda. Cerca de las 13:00 horas de este jueves, un hombre fue levantado cuando se encontraba abordo de su automóvil. Los raptores vestían equipo táctico y portaban armas largas. En menos de un minuto, la víctima fue subida a una camioneta negra y al mero estilo del Cártel de Sinaloa —a tablazos y con violencia extrema— se lo llevaron.
El vehículo del sujeto retenido fue llevado a un corralón; sin embargo, de la víctima no se sabe nada.
Hace dos semanas, vecinos de esta misma ciudad fueron sorprendidos por la inseguridad al vivir el secuestro de uno de sus agentes de la policía, a quien horas más tarde lo entraron sin vida.
En las redes sociales circuló la fotografía de un cuerpo masculino flotando sobre un canal de riego, vestido únicamente con su ropa interior, con visibles huellas de tortura e incluso el tiro de gracia en la cabeza.
De acuerdo con el portal Ríodoce, se trataba de un policía municipal identificado como Pablo Antonio. El medio informó que el agente de aproximadamente 30 años estaba suscrito al Escuadrón Motociclista de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán.
El hombre habría sido privado de su libertad mientras circulaba en un automóvil de la marca Chevrolet, mismo que fue incendiado minutos más tarde, en el fraccionamiento Colinas de San Miguel.
Las autoridades llegaron a la zona de los hechos alertados por supuestos disparos, pero en realidad eran los cartuchos útiles que guardaba el policía dentro del automóvil.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Inseguridad Pública del INEGI, en 2019 apenas el 7.7 por ciento de los delitos fue denunciado ante las autoridades y de esos, solo en el 5.5 por ciento se inició investigación. Es decir, el 94.5 por ciento de los delitos cometidos en 2019 quedará en la impunidad.
Los delitos más frecuentes fueron la extorsión, el fraude, el robo en calle o en transporte público, robo de vehículo y robo a casa.
En el 80 por ciento las víctimas manifestó algún tipo de daño principalmente económico seguido de emocional y laboral. La medición muestra, además, que los espacios donde los sinaloenses se sienten más inseguros son los cajeros automáticos en la vía pública, la calle, el transporte público y el banco.
Según el estudio del INEGI, la entidad es una de las regiones donde se presentan más delitos con portación de armas, incluyendo armas de fuego, armas blancas y objetos contundentes como palos, varillas, tubos, etc. Durante 2019, un 39.5% de los delitos estimados donde la víctima estuvo presente, los delincuentes portaban algún arma.
México y Estados Unidos acordaron profundizar y agilizar el intercambio de información en materia de tráfico de armas, así como fortalecer la cooperación para combatir el robo de combustible y otros delitos transnacionales, tras la segunda reunión del Grupo de Implementación en Seguridad México-Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el encuentro se realizó el pasado 11 de diciembre como parte del seguimiento al Programa de Cooperación sobre Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley, mecanismo acordado por ambos países para atender de manera coordinada temas prioritarios en materia de seguridad. En la reunión participaron el encargado de despacho de la cancillería mexicana, Roberto Velasco, y el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, junto con funcionarios de ambos gobiernos.
Durante la sesión se revisaron los avances alcanzados desde la reunión previa celebrada en McAllen, Texas, donde se había puesto énfasis en el combate al tráfico de armas. En esta ocasión, además, se analizaron desafíos emergentes para la seguridad regional, particularmente el uso de drones por parte de organizaciones criminales.
Como parte de los acuerdos, ambas naciones determinaron dar continuidad a las acciones de incautación de armamento y municiones, así como reforzar el intercambio de información para identificar y desarticular redes dedicadas al tráfico ilegal de armas. También se estableció fortalecer la cooperación en materia de extradiciones y las investigaciones relacionadas con el robo de combustibles, con el objetivo de maximizar el impacto de las acciones coordinadas antes de la próxima reunión, prevista para enero de 2026.
La SRE precisó que durante el encuentro se reiteró que la cooperación bilateral en seguridad se rige por los principios de respeto a la soberanía y a la integridad territorial de ambos países, bajo un enfoque de responsabilidad compartida y sin subordinación. Indicó que el intercambio de información, la coordinación operativa y el diálogo permanente deben traducirse en mejores condiciones de seguridad para las poblaciones de México y Estados Unidos.
Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que, como parte de esta cooperación, se han emprendido acciones contra instituciones financieras y personas involucradas en la fabricación, distribución y venta de fentanilo y precursores químicos. Asimismo, informó que ambos países se comprometieron a acelerar los esfuerzos conjuntos para desmantelar cárteles y grupos delictivos, interrumpir fuentes de ingresos ilícitos y contrarrestar amenazas emergentes, incluido el uso de drones en la frontera.
Las autoridades de ambos países confirmaron que continuarán los trabajos bilaterales y que el diálogo en materia de seguridad se mantendrá de forma permanente.