El Gobierno de Estados Unidos solicitó a la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida mantener a César Duarte en prisión y no conceder fianza señalando que, además de que el exmandatario tiene medios económicos para escapar, hay declaraciones de que hizo esfuerzos por amenazar o intimidar a potenciales testigos.
“Aparte de su riesgo de fuga, dos testigos potenciales en los procesos pendientes a Duarte han proporcionado declaraciones a las autoridades mexicanas que describen los esfuerzos de Duarte para alterar su testimonio y amenazarlos o intimidarlos para que apoyen su defensa”, dice la moción del Departamento de Justicia norteamericano, introducida el viernes al legajo del proceso judicial por extradición.
La documentación incluye declaraciones de testigos, ambos exfuncionarios del sexenio estatal que describieron encuentros en El Paso con el ya para entonces exmandatario y, en uno de los casos, otro en la Ciudad de México con el exsecretario de Gobernación de Enrique Peña Nieto, Alfonso Navarrete Prida.
Recibí una llamada del propio César Duarte (…) me hizo saber que él tenía conocimiento, por diversas fuentes que no me precisó, respecto que me habían visto reunirme con mi abogado en la que yo estaba buscando desesperadamente que me recibiera alguna autoridad del Gobierno del Estado, y que él sabía que yo quería ser testigo protegido”, dice una de las declaraciones incluidas en el legajo judicial.
“Quería saber directamente de mí si iba a estar con él o iba a enfrentarlo. Y que de ser lo segundo, que me atuviera a las consecuencias”, agrega el testimonio de un declarante que los documentos no identifican y que agrega que la reunión fue en marzo de 2017 en un restaurante cercano al centro comercial Sunland Park.
El mismo exfuncionario afirma que las que considera advertencias continuaron en diciembre de ese año, luego de la detención del exsecretario general del PRI acusado de participar en el desvío de recursos del Gobierno de Chihuahua, Alejandro Gutiérrez, y en inicios de 2018, cuando fue citado en la Secretaría de Gobernación.
“Ahí me dijo Navarrete Prida que cambiara mi testimonio para deslindar a César Duarte y a Alejandro Gutiérrez y que a cambio me darían un criterio de oportunidad. A lo que yo me negué puesto que lo que me pedía no era la verdad”, dice el texto.
“Y pues derivado de que no cambié mi declaración (…), el día 9 de febrero me iniciaron una investigación en la entonces PGR, y en esos días me dijeron de la PGR que tenían la instrucción de ir por mí a como diera lugar, y que se iban a ir por mi familia”, agrega la declaración, que también menciona buscar “reflejar el vasto ámbito de influencia del exgobernador César Horacio Duarte Jáquez y de sus redes de complicidad”.
El segundo declarante narra diferentes momentos con Duarte, como uno registrado en la casa de gobierno ubicada en la avenida Francisco Zarco, en Chihuahua, días antes de que terminara la administración y en el que el entonces mandatario le dijo “que las personas que son desleales siempre terminan pagando ellas o su familia”, según se menciona en la documentación.
“Me lo dijo muy serio de forma amenazante e intimidante (…) Por el tiempo que lo conocí me pude dar cuenta que era una persona que tenía mucho poder y no tenía límites o escrúpulos, era violento; es decir, sí lo considero capaz de hacerme daño a mí o a mi familia”, agrega lo relatado.
El mismo testimonio menciona que, a finales de 2016, Duarte también lo citó en un restaurante de El Paso y que, se muestra en el texto, lo cuestionó sobre la Fiscalía General del Estado, lo cual también hizo en una llamada posterior.
“Luego me volvió a insistir que no me preocupara, pero que tuviera mucho cuidado con lo que hacía y con lo que decía en la investigación, que no fuera a decir algo que a él le perjudicara, y esto me lo dijo de una manera amenazante”, agrega lo expuesto en el segundo testimonio. El primero agrega que el encuentro del exfuncionario con Duarte en el restaurante del oeste de El Paso ocurrió días después de la muerte del también exfuncionario de Duarte, Carlos Humberto Hermosillo, a quien la acusación del Gobierno Federal mexicano con la que se pide la extradición identifica como protegido y cómplice del desvío de 96.6 millones de pesos.
“En relación a las amenazas de las que he sido víctima, quiero manifestar que derivado de los sucesos ocurridos el 20 de marzo de 2017 tras el fallecimiento de Carlos Hermosillo, luego de su inesperado ‘accidente’ carretero”, inicia el relato sobre el encuentro.
El mismo agrega que, al hablarle a Duarte sobre la muerte de Hermosillo, el exmandatario le dijo que “había estado con él en El Paso, un día antes del accidente, y que por cierto le había manifestado que me había encontrado en el aeropuerto de la Ciudad de México dos semanas atrás, y que lo había evadido”.
La documentación forma parte del proceso judicial por extradición que inició este mes en la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida, luego de que el político mexicano fue detenido el 8 de julio en una tienda de autopartes usadas, en la ciudad de Miami.
De acuerdo con lo programado, la “audiencia de fianza” se realizará el próximo 30 de julio ante la juez Lauren Fleischer Louis.
Con información de El Diario.