Londres, Inglaterra.- La entonces primera ministra británica Margaret Thatcher quedó estupefacta por la «estúpida» invasión por Argentina en 1982 del archipiélago de las Malvinas, que provocó un conflicto de 74 días, según documentos oficiales desclasificados hoy.
«Jamás, jamás pensé que Argentina invadiría directamente las Malvinas. Fue una acción tan estúpida», declaró Thatcher ante una comisión de investigación británica sobre las Malvinas en octubre de 1982, cuatro meses después del fin de la guerra, según estos documentos desclasificados consultados por la BBC.
Sin embargo, el 31 de marzo de 1982, dos días antes de la invasión argentina, Thatcher fue informada por los servicios secretos británicos de que una acción de Buenos Aires era inminente.
«Fue el peor día de mi vida», asegura Thatcher en octubre de 1982, y añade: «Aquella noche nadie pudo decirme cómo podríamos recuperar las Falklands (nombre inglés de las Malvinas). Nadie. No lo sabíamos, no lo sabíamos», repite.
Los documentos desclasificados revelan asimismo que Thatcher hizo todo para impedir que Francia vendiera misiles Exocet a Perú, que podían ser luego entregados a Argentina, que los había utilizado para hundir navíos británicos.
En un telegrama al entonces presidente francés François Mitterrand, el 30 de mayo de 1982, la primera ministra británica advierte: «Si el mundo supiera –como probablemente sería el caso– que Francia entrega ahora a Perú armas que seguramente serán suministradas a Argentina (y) que pueden ser utilizadas contra nosotros, aliados de Francia, ello tendría un efecto devastador para las relaciones entre nuestros dos países».
«Ello tendría un efecto devastador para la Alianza», añade Thatcher, en referencia a la OTAN. Al día siguiente, un diplomático francés, Francis Gutmann, informa al consejero especial de Thatcher encargado de las Malvinas que los misiles no serían entregados.
Aunque la invasión argentina de las Malvinas fue una sorpresa, había algunos indicios, según estos documentos. Ya en 1977, la inteligencia británica no descartaba una acción argentina si las negociaciones sobre las Malvinas no avanzaban. A fines de ese año, Londres decidió enviar a la zona del Atlántico sur dos fragatas y un submarino, aunque esos desplazamientos se mantuvieron en secreto.
Luego, en los cinco años que precedieron el conflicto, ya no hubo presencia militar británica importante en la zona, lo que quizá pudo inducir a Argentina a creer que Londres no lanzaría un ataque para recuperar las islas.
También hubo mensajes a Londres de parte del embajador británico en Buenos Aires en 1982, Anthony Williams, que escribió en un despacho de junio de 1982: «Argentina no es otra de esas repúblicas bananeras, (…) no es un país dirigido por un dictadorzuelo. Argentina tiene su lote de vándalos (…) Pero esto no lo explica todo, como tampoco la invasión fue un mero acto de piratería».
En fin, la «Dama de Hierro» resistió a las presiones del presidente estadunidense Ronald Reagan que intentó convencerla de aceptar la presencia de una fuerza de paz internacional en el archipiélago, según documentos revelados por la agencia PA.
El 31 de mayo de 1982, dos semanas antes del fin del conflicto, Reagan llama a Thatcher a Downing Street: «El Reino Unido tiene ahora ventaja militar, se debería llegar a una acuerdo», dice el presidente. Thatcher le responde: «El Reino Unido no ha perdido vidas preciosas en la batalla y enviado una enorme fuerza para entregar las islas de la Reina a un grupo de contacto».
El conflicto de las Malvinas –del 2 de abril al 14 de junio 1982– terminó con la derrota de Argentina, mientras el Reino Unido recuperaba el control del archipiélago. En el conflicto murieron unos 900 soldados (650 argentinos, según estimaciones, 255 británicos y tres civiles de las islas).
El archipiélago de las Malvinas, en el Atlántico Sur, a unos 500 kms al este de la costa argentina, está bajo control del Reino Unido desde que expulsara a las autoridades argentinas en 1833. Argentina sigue reclamando su soberanía sobre el archipiélago.
Asimismo, los documentos oficiales difundidos hoy revelaron que Thatcher temió que España pudiera atacar Gibraltar mientras el Reino Unido estaba inmerso en la guerra de las Malvinas.
De acuerdo con estos documentos, que abordan varios aspectos de la guerra británico-argentina, Thatcher ordenó reforzar las defensas del Peñón pese a que sus asesores veían poco probable un golpe por parte del Ejército español.
«Entiendo que la primera ministra ha expresado preocupación por las implicaciones de la crisis de las Malvinas para Gibraltar, en particular a la luz de los informes que indican que la reacción de la prensa española ha sido de júbilo», señala una nota del secretario de entonces de la política conservadora.
Según este funcionario, la opinión de los militares era no obstante diferente. «No tenemos razones para creer que haya una mayor amenaza militar contra Gibraltar por parte del Gobierno español», escribe.
El secretario relata que el Comité conjunto de Inteligencia cree que España «tiene la capacidad militar de lanzar un ataque a corto plazo», pero también apunta que «es muy improbable que ocurra un ataque bajo el actual Gobierno».
Pero Thatcher mantuvo sus suspicacias, y según revelan los documentos desclasificados hoy, escribió en el margen de esa nota con rotulador que tal valoración «se asemeja sospechosamente» a la que se había hecho sobre Argentina antes de que ese país invadiera las Malvinas.
En abril de 1982 -en plena guerra de las Malvinas, que transcurrió del 2 de abril al 14 de junio-, se supo que el Ejército español planeaba un ejercicio anfibio, y, aunque se creyó improbable que derivara en un ataque, el Reino Unido reforzó las defensas aéreas de Gibraltar.
Ese ejercicio pasó sin incidentes, y finalmente la guerra de las Malvinas, que empezó con una invasión argentina en reclamación de derechos históricos de soberanía, no tuvo ningún impacto en la colonia británica al sur de España.
Agencias
You must be logged in to post a comment Login