Con una asistencia de más de 2,200 visitantes, durante el pasado fin de semana culminó el segundo festival “Sol de Acantilados”, evento que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) delegación Chihuahua, en coordinación con la Presidencia Municipal de Madera en la zona arqueológica Las 40 Casas. Lo anterior supera las cifras del año anterior, cuando al celebrarse la primera edición del festival este número cerró en un total de 1,970 visitas.
Durante los días jueves 2, viernes 3 y sábado 4 de abril se efectuó este evento con el objetivo de promocionar la zona arqueológica y fortalecer la apropiación del patrimonio y la identidad regional, para lo cual, además de realizar el recorrido para llegar a la zona arqueológica y disfrutar los paisajes que brinda el acantilado del arroyo El Garabato durante un trayecto de casi dos kilómetros, los asistentes pudieron participar en los eventos culturales y artísticos contenidos en el programa.
En la primera jornada de actividades se contó con la presencia de 458 visitantes, y durante el viernes esta cifra se duplicó alcanzando las 894 visitas. Para el tercer día se contó con una asistencia de 866 personas, llegando a un total de poco más de 2,200 visitantes durante los tres días que duró el festival, sumándole a esta cifra la presencia de más de 60 integrantes de las comunidades pimas cada día.
Además de los talleres de arquitectura, arqueología y antropología que se llevaron a cabo en el festival, se realizó también un encuentro entre las comunidades o´oba (pima) del estado de Arizona, Estados Unidos, y del municipio de Madera, Chihuahua; quienes por medio de la presentación de algunas de sus danzas compartieron una parte de las tradiciones que han conservado a través de los años.
Durante la ceremonia de clausura, los miembros de la comunidad pima de Sacaton, Arizona, agradecieron la hospitalidad de sus hermanos pimas de Ciudad municipio de Madera y para ello los invitaron a danzar juntos y les ofrecieron algunos obsequios logrando un emotivo reencuentro entre ambos pueblos que la política dividió desde el siglo XIX al formarse dos países distintos, pero que permanecen unidos por medio de sus danzas, su canto, sus saberes, su lengua y sus tradiciones.
La gobernadora de la comunidad pima del municipio de Madera, Reya María de los Ángeles Amaya, dijo sentirse muy agradecida con el INAH por haber hecho posible este encuentro. “Estoy muy contenta porque nos trajeron a nuestros hermanos pimas de Arizona, un sueño que para mí era imposible pero gracias a Dios aquí están. Esto no es nada que nosotros hayamos planeado, ya que nuestros ancestros son los que nos permiten estar ahora todos aquí reunidos”, declaró, y agradeció también a todos los visitantes por su presencia.
Al finalizar, solicitó a todos los presentes que realizaran un acto de despedida tal y como lo hacen ellos al celebrar la ceremonia del Yúmare, en donde por medio de una fila de hombres y otra de mujeres, cada uno de los participantes agradece con un abrazo diciendo “hasta el próximo año”.
Por su parte Marshall Sunna, a nombre de la comunidad pima de Arizona, declaró estar agradecido por la invitación por parte del INAH, con la comunidad pima de Madera y con los habitantes de esta región en general, expresando su deseo de regresar muy pronto y de volver a formar parte de este evento.
“Sol de Acantilados” es un espacio para demostrar que en Las 40 Casas, quienes nos antecedieron hace 800 años tuvieron la inteligencia de construir una cultura distinta, pero con mucha capacidad para hacer viviendas y formas de vida; tiempo después estos mismos territorios fueron ocupados por los pimas, por lo que este año el INAH se propuso que, a través de este festival, se honrara a quienes habitaron las Casas en Acantilado, abriendo las puertas para que la comunidad pima muestre estas profundas raíces.
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