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Salud y Bienestar

Toma en cuenta estas recomendaciones ante intenso calor

En esta temporada de calor, la cual es caracterizada por las altas temperaturas que se presentan, la Secretaría de Salud da a conocer algunas recomendaciones para el cuidado de la salud.

Entre los malestares que pueden contraer los ciudadanos se encuentran: golpe de calor, insolación, agotamiento por calor y quemaduras por la extensa exposición al sol. Algunos de los síntomas suelen ser: temperatura mayor a 40 grados centígrados, piel caliente, seca y enrojecida, dolor de cabeza, sed, y confusión mental.

La deshidratación ocurre cuando una persona pierde más agua y sales minerales de las que consume y puede evitarse consumiendo dos litros de agua al día, además de caldos, atoles, jugos y Vida Suero Oral (VSO).

Se debe brindar especial atención al cuidado de los niños, embarazadas y adultos mayores, ya que son más susceptibles a sufrir problemas de salud ocasionados por las altas temperaturas de esta temporada.

Se recomienda no permanecer ni dejar dentro de los automóviles por largos periodos de tiempo, ya que la temperatura aumenta considerablemente, y puede ocasionar problemas graves en la salud.

Las medidas preventivas para disminuir riesgos en la salud son: uso de bloqueador, no exponerse al sol en un horario de 11:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, utilizar sombreros y sombrillas, utilizar ropa ligera y de colores claros, mantenerse hidratado, y preparar de manera adecuada los alimentos.

La Secretaría de Salud exhorta a la población a tomar en cuenta estos puntos, para evitar padecer problemas de salud ocasionados por las altas temperaturas en esta temporada de calor.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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