El Partido Verde celebró la aprobación de una propuesta impulsada por este instituto político en la que se impide la afectación de recursos forestales, así como su conservación y aprovechamiento.
El senador Jorge Aréchiga Ávila detalló que con esta propuesta se define con claridad el término “subproducto forestal” en la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, para evitar interpretaciones jurídicas erróneas y confusiones. Detalló que un “subproducto forestal” es aquel bien obtenido de un proceso de transformación de productos forestales, con nuevas características y un uso final distinto.
La organización ambientalista Greenpeace México advirtió que el uso indiscriminado de agrotóxicos como plaguicidas y fertilizantes sintéticos en los cultivos ha traído como consecuencia que cada año se formen en el mundo 30 zonas muertas dentro de ríos, lagunas y mares, donde ya no existe ningún tipo de vida.
De hecho, en nuestro país se localiza una de las zonas muertas más grandes del planeta, en el Golfo de México, debido a la utilización de los fertilizantes que se aplican para sembrar maíz en Estados Unidos, en el área conocida como el cinturón maicero, al oeste de la vecina nación del norte.
En entrevista con Excélsior, la vocera de la campaña “Comida Sana, Tierra Sana” de Greenpeace México, Sandra Laso, explicó que los agrotóxicos no se quedan completamente en la tierra, sino que son arrastrados a través de los sistemas acuíferos, que a su vez provocan un crecimiento acelerado de algas que matan todo el ecosistema.
“Sólo el 15 por ciento de los fertilizantes utilizados se queda en los cultivos, el resto se filtra al agua provocando un crecimiento acelerado de florecimientos algales.
“Cuando las algas son masivas, son tóxicas, y generan fenómenos como las mareas rojas, cuando hay vedas afectando la pesca o el turismo, es cuando nosotros nos enteramos”, explica la vocera de Greenpeace México.
“Una vez que estas algas liberan estas toxinas, también están acabando con el oxígeno en esa región del agua y esto evita que otras especies puedan seguir viviendo ahí y es cuando se generan las zonas muertas”, detalló la ambientalista.
Sandra Laso detalló que Greenpeace México realizó un estudio científico con el apoyo de diversas universidades, centrando el análisis en las aguas que corren al norte del país, en el estado de Sinaloa y al sur en Yucatán, Campeche, así ?como Quintana Roo.
Puso como ejemplo el caso de la entidad sinaloense; la activista especificó que existen flagrantes violaciones a la Ley Federal de Derechos, en lo correspondiente a la protección a la vida acuática.
“En Sinaloa obtuvimos muestras de agua en ríos, drenes agrícolas, lagunas costeras y en el mar, para medir los niveles de algas y sustancias que dañan la vida acuática. Encontramos que existen niveles hasta 30 veces más arriba de lo que permite la actual legislación.
“Lo anterior significa que los fertilizantes sintéticos están cubriendo los mantos acuíferos y eliminando la vida marina”, explicó.
Además, el uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes sintéticos no sólo está arrasando con los ecosistemas acuáticos, sino que también afecta a la producción de los alimentos, que llegan sin nutrientes al consumidor final, señala Greenpeace México.
“Los fertilizantes que más se usan en nuestro país son la Urea y el Amonio, son sumamente ácidos y aunque en un principio se pudiera interpretar que están dando vida a la tierra, a largo plazo la erosionan y la acidifican.
“Por lo tanto, la calidad del alimento que está llegando a nuestras mesas, es un alimento sin nutrientes, un alimento sin vida, porque las tierras en la que se está produciendo a largo plazo, son cada vez más débiles y lo único que se genera es un sistema alimentario roto”, puntualizó la vocera de la campaña “Comida Sana, Tierra Sana” de Greenpeace México, Sandra Laso.
Excelsior