Un estudio realizado en Australia durante cuatro años, que comenzó antes de la pandemia, arroja conclusiones claras sobre el impacto del trabajo desde casa: la flexibilidad laboral mejora de manera significativa el bienestar y la felicidad de los empleados, transformando la forma en que nos relacionamos con el trabajo.
La pandemia de Covid-19 aceleró de manera inesperada el teletrabajo, obligando a millones a desempeñar sus funciones fuera de la oficina. Lo que para muchos parecía una medida temporal, pronto se reveló como un cambio positivo. Investigadores de la Universidad de Australia del Sur analizaron durante cuatro años la evolución del bienestar de los trabajadores australianos, ofreciendo una perspectiva única sobre los efectos a largo plazo del trabajo remoto.
Entre los beneficios más destacados, los investigadores señalan la mejora en la calidad del sueño: los teletrabajadores ganan casi media hora adicional por noche. Esto se suma a la eliminación del tiempo de traslado diario, que antes promediaba 4.5 horas semanales y se relaciona con menor salud mental y física. La reducción del estrés y la fatiga asociada al transporte diario contribuye directamente a un mayor bienestar.
El tiempo recuperado se redistribuye entre trabajo, responsabilidades familiares y, en un porcentaje importante, actividades de ocio. Esto favorece la actividad física y reduce el sedentarismo. La alimentación también mejora, con un aumento en el consumo de frutas, verduras, lácteos y comidas caseras, reflejo de una mayor atención a la calidad de los alimentos.
Respecto a la productividad, el estudio descarta temores de disminución del rendimiento. La investigación confirma que, cuando los empleados eligen trabajar desde casa, su desempeño se mantiene o incluso mejora. No obstante, la diferencia entre teletrabajo impuesto y voluntario es fundamental: la autonomía eleva el bienestar, mientras que la imposición puede afectar la salud mental. Asimismo, la cohesión del equipo y las relaciones sociales no se pierden necesariamente; con apoyo de colegas y la empresa, los vínculos y el desempeño se mantienen.
El estudio invita a replantear la organización del trabajo. Los empleados que laboran a distancia, ya sea de manera completa o híbrida, reportan mayor satisfacción laboral y bienestar. El trabajo desde casa no es una solución universal, sino una opción valiosa que permite diseñar entornos laborales más inclusivos y flexibles, adaptados a las necesidades de cada persona y a las estrategias de empresas innovadoras.