Un apartamento lujoso en Medellín, carros de alta gama y bodegas. Veinticinco años después de la muerte del narcotraficante Pablo Escobar, un tribunal de Colombia ordenó la expropiación de 16 bienes de su esposa y de familiares de uno de sus sicarios.
«La Fiscalía demostró que todos los bienes afectados provenían del capital obtenido en desarrollo de actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico que fueron desplegadas por Pablo Emilio Escobar Gaviria y sus lugartenientes», indicó este jueves el ente investigador en un comunicado.
Los bienes figuran a nombre de Victoria Eugenia Henao, la esposa del capo, y de la madre y una hermana de Jhon Jairo Velásquez Vásquez, conocido como Popeye, un temido gatillero del desaparecido Cartel de Medellín.
Entre las propiedades que serán objeto de extinción de dominio hay un apartamento en el lujoso barrio de El Poblado de Medellín, epicentro de la guerra desatada por Escobar contra el Estado a finales de los 80 y principios de los 90.
También constan tres bodegas, tres vehículos, una casa, terrenos y locales comerciales.
Los bienes serán traspasados al Estado, aunque la decisión puede ser apelada por las partes en un tribunal de Bogotá.
Escobar, abatido en diciembre de 1993 tras una feroz cacería en la que participaron Estados Unidos y fuerzas ilegales, fue durante años el hombre más buscado de Colombia.
Miles de personas murieron en ataques ordenados por el jefe mafioso, cuya familia debió abandonar el país tras su muerte por seguridad. Su esposa y dos hijos viven en Buenos Aires.
Por su parte, «Popeye», condenado a 30 años de prisión, está en libertad desde agosto de 2014 tras cumplir tres quintas partes de su pena y haber colaborado con la justicia.
El sicario ha reconocido haber matado a por los menos 250 personas y organizado el asesinato de otras 3 mil.