El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que es «muy probable» que vuelva a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, como parte de los esfuerzos para convencer a Pyongyang de que abandone sus armas nucleares.
En una entrevista con Reuters, Trump, quien celebró una histórica cumbre con Kim el 12 de junio, dijo que cree que Corea del Norte ha dado pasos específicos hacia la desnuclearización, a pesar de las dudas generalizadas sobre la disposición de Kim a abandonar su arsenal.
Trump sostuvo que «están ocurriendo muchas cosas buenas» pero se quejó de que China no esté ayudando tanto como en el pasado debido a su disputa comercial con Estados Unidos.
El mandatario republicano dijo que había estado trabajando en el tema norcoreano durante tres meses, mientras que sus predecesores lo habían hecho por 30 años.
«Paré las pruebas nucleares (de Corea del Norte). Paré las pruebas con misiles (de Corea del Norte). Japón está encantado. ¿Qué va a pasar? ¿Quién sabe? Vamos a ver», sostuvo Trump.
En la cumbre en Singapur, Kim acordó en términos generales trabajar para la desnuclearización de la Península de Corea, pero el Estado de gobierno comunista no ha dado indicios de que esté dispuesto a ceder sus armas unilateralmente, como ha pedido Estados Unidos.
Trump alabó la cumbre de Singapur como un éxito y llegó al extremo de decir que Corea del Norte ya no representaba una amenaza nuclear.
En la entrevista con Reuters, Trump destacó su «gran química» con Kim como un factor que ayudó a aliviar una disputa que el año pasado aumentó los temores de una nueva guerra en Corea.
«Me cae bien. Yo le caigo bien», sostuvo. «No hay misiles balísticos en el aire, hay mucho silencio (…) Tengo muy buenas relaciones personales con el presidente Kim, y creo que eso es lo que aglutina este proceso».
Cuando se le consultó si prevé otra reunión con Kim, Trump dijo: «Es muy probable que lo hagamos, pero simplemente no quiero hacer ningún comentario».
El republicano no ofreció detalles sobre el momento o el lugar de un eventual encuentro.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.