El presidente estadunidense, Donald Trump, contrató este miércoles a un abogado que representó a Bill Clinton en su juicio político de 1998, con el objetivo de ser más «agresivo» en su respuesta a la investigación sobre Rusia del fiscal especial Robert Mueller, quien quiere interrogar al mandatario.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, anunció en un comunicado la contratación del veterano abogado Emmet T. Flood, quien fue uno de los representantes de Clinton en el juicio político al que el presidente demócrata fue sometido en el Congreso tras mentir sobre su relación con la becaria Monica Lewinsky.
«Emmet Flood se unirá al equipo de la Casa Blanca para representar al presidente y su Gobierno contra la caza de brujas de Rusia», dijo Sanders, en una alusión despectiva a la investigación que encabeza el fiscal especial Robert Mueller.
Flood sustituirá a Ty Cobb, un abogado que llegó el verano pasado a la Casa Blanca con el objetivo de encargarse desde allí de lo relacionado con la investigación del fiscal especial Mueller sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
«Ty Cobb, un amigo del presidente que ha hecho un trabajo excelente, se retirará al final de este mes», agregó Sanders.
El trabajo de Cobb se centró en la producción de documentos para la investigación de Mueller, mientras un abogado externo a la Casa Blanca, John Dowd, dirigía un equipo legal que llevaba casi todo el peso de la respuesta de Trump y su entorno a la pesquisa rusa.
Dowd abandonó su cargo en marzo por diferencias estratégicas con el presidente, entre ellas la insistencia de Trump en permitir que Mueller le interrogara, y fue reemplazado en abril por el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, que se ha mostrado abierto a programar ese encuentro entre el fiscal especial y el presidente.
En una entrevista hoy con el diario The Washington Post, Giuliani dijo que la salida de Cobb forma parte de un intento de adoptar una estrategia legal «más agresiva» en un momento en el que Mueller está tratando de interrogar a Trump.
«Jay (Sekulow, otro abogado de Trump) sintió que necesitábamos a alguien más agresivo» que Ty Cobb, dijo Giuliani, que no confirmó si han decidido contratar a Flood.
Giuliani aseguró que planean presionar a Mueller para que demuestre qué pruebas tiene hasta ahora en la investigación y que limite las preguntas que quiere hacer a Trump, que se filtraron esta semana a la prensa y son 49.
«Hay gente que ha hablado de una posible entrevista de 12 horas. Eso no va a pasar, se lo garantizo. Serán, como máximo, dos o tres horas con un grupo limitado de preguntas», indicó Giuliani.
Según el Times y el Post, se espera que Flood adopte una postura más dura ante la investigación rusa que Cobb, que presionó a Trump para que se mostrara más cooperativo con Mueller.
Flood fue uno de los abogados de Clinton en su juicio político de 1998, un proceso de destitución conocido en inglés como «impeachment» del que el entonces presidente demócrata salió victorioso tras un voto a su favor en el Senado.
También trabajó durante dos años en la oficina legal de la Casa Blanca durante el mandato de George W. Bush (2001-2009), donde se encargaba de la relación con el Congreso, y representó al exvicepresidente Dick Cheney en la demanda que presentó contra él la exagente de la CIA Valerie Plame la década pasada.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.