El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este martes que hay “posibles avances” hacia un diálogo con Corea del Norte y que su Gobierno está “preparado” tanto para esas conversaciones como para un recrudecimiento de las tensiones si el esfuerzo de acercamiento no prospera.
“Se han hecho posibles avances en las conversaciones con Corea del Norte. Por primera vez en años, todas las partes implicadas
están haciendo esfuerzos en serio”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
“¡El mundo está observando y esperando! Puede ser una falsa esperanza, pero ¡Estados Unidos está preparado para avanzar duro en cualquiera de las dos direcciones!”, agregó.
En un comunicado posterior, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, advirtió que su Gobierno seguirá “firme en su posición” independientemente de “la dirección en la que vayan las conversaciones con Corea del Norte”.
“Estados Unidos y nuestros aliados seguimos comprometidos a aplicar una máxima presión al régimen de Kim para acabar con su programa nuclear. Todas las opciones están sobre la mesa y nuestra postura hacia el régimen no cambiará hasta que veamos pasos creíbles, verificables y concretos hacia la desnuclearización”, dijo Pence.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, desveló hoy su compromiso de deshacerse de sus armas nucleares si se garantiza la permanencia del régimen, durante la visita de una delegación surcoreana a Corea del Norte.
Kim mostró su disposición a discutir con Washington sobre la desnuclearización, y señaló que el abandono de las armas nucleares en la península de Corea fue el deseo manifestado por su padre, Kim Jong-il, antes de morir en 2011.
Corea del Norte no puso ninguna condición específica para sentarse en la mesa de negociaciones, sino que recalcó su aspiración de “ser tratado de forma seria como un interlocutor”, según explicó el líder de la delegación surcoreana, Chung Eui-yong.
Además, el régimen se comprometió a no emplear armas nucleares ni convencionales contra el país vecino, y expresó su “comprensión” sobre los planes de Seúl y Washington de realizar maniobras militares conjuntas de gran escala en abril, tras retrasarlas con motivo de los Juegos Olímpicos de PyeongChang.
Las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de la península norcoreana (en las que participan las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón) permanecen estancadas desde hace más de una década, y suponen hasta la fecha el último contacto sustancial entre Pyongyang y Washington a cuenta del programa nuclear norcoreano.
Con información de EFE