El gobierno de Donald Trump ahora enfrenta un plazo claro para reunificar a las familias inmigrantes que separó en la frontera con México, luego de que un juez federal le ordenó reunir a miles de niños con sus padres dentro de 30 días, incluso más pronto si se trata de menores de cinco años.
El plazo fue fijado el martes por la noche por el jueza Dana Sabraw en San Diego, luego que la orden ejecutiva firmada por el presidente Trump derogando la política de separación familiar desató un caos e incertidumbre, pues el gobierno no aclaró cuándo podrán los padres volver a ver sus hijos.
Esta situación ha alcanzado niveles de crisis», escribió Sabraw.
Su fallo presenta al gobierno de Trump una amplia variedad de problemas logísticos y no queda claro cómo podrá cumplir con el plazo.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés), que está a cargo de los menores, refirió cualquier pregunta al Departamento de Justicia, que a su vez, dijo que el fallo «hace más imperativo que nunca que el Congreso finalmente actúe para darle a las agencias federales del orden la habilidad de hacer cumplir las leyes y de mantener unidas a las familias… Sin esta acción por parte del Congreso, el caos en la frontera continuará».
Sabraw, quien fue designado por el entonces presidente George W. Bush, dijo que los niños menores de 5 años deben ser devueltos a sus padres dentro de 14 días.
Además decretó una prohibición nacional contra toda separación de familias en el futuro, a menos que se determine que el padre no esté en condiciones de ejercer sus responsabilidades o no desea quedarse con el menor y le ordenó al gobierno facilitar el contacto telefónico entre todo hijo y sus padres dentro de 10 días.
El caso fue presentado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que demandó en marzo en nombre de una niña de 7 años de edad que había sido separada de una madre congolesa y en nombre de un joven de 14 años que había sido separado de su madre brasileña.
Correrán las lágrimas de alegría en los centros de detención de todo el país cuando las familias se enteren que podrán ser reunificadas», dijo Lee Gelernt, un abogado de la ACLU.
Más de 2 mil menores de edad han sido separados de sus padres en semanas recientes y colocados en albergues administrados por el gobierno -en ocasiones a cientos de kilómetros de distancia- bajo la política de separar a familiares detenidos luego de entrar ilegalmente a territorio estadunidense.
Ante el oprobio mundial causado por la política, Trump firmó la semana pasada una orden ejecutiva poniendo fin a la práctica, pero sigue reinando la confusión.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.