El presidente estadounidense, Donald Trump, se dirigió a su club de golf en Loudoun County (Virginia, Estados Unidos), al noroeste de Washington, mientras autoridades, familiares y exmandatarios se encontraban en el funeral del senador republicano John McCain en la capital del país.
La caravana presidencial salió de manera inesperada de la Casa Blanca a las 10:35 hora local (14:35 GMT), tiempo en el que Meghan McCain ofrecía unas palabras en memoria de su padre en la Catedral de Washington, a pocos kilómetros de distancia.
En su discurso, Meghan McCain reivindicó “la grandeza” de Estados Unidos y aseguró que el país al que representó y defendió su padre “no necesita ser grande de nuevo, porque siempre lo fue”, en una clara alusión al conocido lema de campaña de Trump “Haz a Estados Unidos grande de nuevo”.
Meghan McCain fue la primera en intervenir en el último de los homenajes celebrados en nombre del senador, en el que hoy se reunieron familiares, amigos, políticos y los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton para despedirse del histórico legislador.
Hace meses, conocedor de la gravedad de su cáncer cerebral, el senador McCain pidió explícitamente que el mandatario no fuera invitado a sus exequias, después de duros enfrentamientos políticos con él, tras lo que Trump llegó a insultarlo duramente a través de las redes sociales.
No obstante, a la ceremonia sí acudieron la hija del presidente, Ivanka Trump, y su esposo, Jared Kushner, así como varios miembros de la Casa Blanca, como el jefe de gabinete, el general John Kelly, y el secretario de Defensa, James Mattis.
Con información de EFE