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Turcos acusan a pájaro de ser un espía israelí

No era un avión, no era Supermán, ni tampoco era un espía israelí, como creyeron los alarmados habitantes de un pueblo de Turquía. Sólo era un pájaro. Una especie migratoria común, que se alimenta de abejas.

Pero buen revuelo el que causó entre los vecinos de este poblado, cercano a la ciudad de Gaziantep, en el sureste de Turquía, a quienes les pareció algo menos común. Primero, el «sospechoso» fue hallado muerto -en circunstancias no aclaradas- en campo abierto, con un anillo de metal en la pata que leía «Israel».

Segundo, los preocupados ciudadanos notaron que sus fosas nasales eran de un tamaño inusual. Lo suficientemente grandes, pensaron, como para colocar adentro un microchip de espionaje…

Expertos policiales, del Ministerio de Agricultura, y hasta de la unidad contra el terrorismo, inspeccionaron el colorido y plumífero cadáver. La conclusión unánime: no había motivo para alarmarse.

INCRÉDULOS

Se le explicó a los vecinos que el anillo en la pata era algo que se le coloca comúnmente a las aves migratorias para seguir sus movimientos, según le dijo un portavoz de la oficina regional del despacho de Agricultura al corresponsal de la BBC en Estanbul, Jonathan Head.

Con todo, fue difícil convencerlos de que el pájaro no representaba una amenaza para la aseguridad nacional, agregó la fuente. Según nuestro corresponsal, teorías de conspiración totalmente inverosímiles prenden fácilmente en Turquía. Los supuestos complots israelíes se cuentan entre los más extendidos.

Las relaciones entre Turquía e Israel se deterioraron marcadamente después de que nueve activistas islámicos propalestinos, de nacionalidad turca, murieran en un ataque de fuerzas de seguridad israelíes a un bote que intentaba romper el bloqueo a Gaza, hace dos años.

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Explota cohete Starship en Texas: nuevo revés para SpaceX a solo un año de su misión a Marte

Una nueva explosión sacudió la noche del miércoles 18 de junio el cielo del sur de Texas, cuando el cohete Starship de SpaceX estalló durante pruebas en la base de lanzamiento de Brownsville, en lo que la compañía calificó como “una anomalía mayor”. La gigantesca nave de 400 pies de altura —pilar del ambicioso plan de Elon Musk para colonizar Marte— sufrió un fallo durante su test en tierra, generando una enorme bola de fuego y escombros visibles desde varios kilómetros a la redonda.

Aunque no se reportaron heridos, SpaceX pidió a la población mantenerse alejada de la zona mientras equipos de seguridad trabajan para asegurar las instalaciones de Starbase y sus alrededores. “No existen riesgos para las comunidades cercanas”, aseguró la empresa en un comunicado publicado en su cuenta de X.

La causa de la explosión aún está bajo investigación, pero Elon Musk adelantó en redes sociales que los datos preliminares apuntan al fallo de un contenedor presurizado de nitrógeno (COPV, por sus siglas en inglés) en la bahía de carga. “Si se confirma, sería la primera vez que este diseño falla de esa manera”, añadió el fundador de SpaceX.

El incidente se suma a una serie de contratiempos recientes para el programa Starship. Apenas el 27 de mayo, durante su noveno vuelo de prueba, la nave se desintegró sobre el océano Índico tras perder el control 46 minutos después del despegue. En enero y marzo también se registraron explosiones durante vuelos de ensayo, con espectaculares desintegraciones en el cielo de Florida y el Caribe. En esas ocasiones, la etapa superior —donde viajarían astronautas y carga en futuras misiones— logró separarse, pero falló en completar su trayecto.

El Starship está diseñado como un sistema de transporte completamente reutilizable, capaz de regresar a la Tierra después de cada misión. Su objetivo final: llevar humanos y suministros al espacio profundo, con un enfoque particular en Marte. Musk ha reiterado que espera lanzar una misión no tripulada al planeta rojo en 2026, como parte del calendario para establecer presencia humana permanente fuera de la Tierra.

A pesar de los reveses, entre junio y noviembre de 2024, tres pruebas exitosas lograron que Starship orbitara la mitad del planeta y aterrizara sin contratiempos en el océano Índico, generando expectativas positivas. No obstante, los recientes fallos han encendido alarmas sobre la confiabilidad del sistema a tan solo un año de la fecha fijada para iniciar su misión interplanetaria.

Las imágenes captadas por testigos y difundidas el jueves muestran al prototipo Starship 36 envuelto en llamas tras sufrir al menos dos explosiones consecutivas durante la prueba estática, que se realizaba horas después de que la compañía compartiera un video celebrando la activación de uno de sus motores en simulación de ignición en el espacio.

SpaceX no ha anunciado si este nuevo revés alterará su calendario de lanzamientos, pero el incidente representa otro desafío técnico —y mediático— para una empresa que apuesta su prestigio al futuro de la exploración espacial. Mientras tanto, el sueño de colonizar Marte se mantiene en pie, aunque bajo la sombra de explosiones que, una y otra vez, recuerdan que alcanzar el cosmos sigue siendo una tarea plagada de riesgos.

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