El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, rechazó las amenazas de su colega estadunidense, Donald Trump, de imponer sanciones a Ankara si no libera al pastor evangélico Andrew Brunson, detenido desde 2016 por vínculos con grupos terroristas.
“No vamos a dar marcha atrás por las sanciones. No dependemos de Estados Unidos”, dijo Erdogan a la prensa en el avión presidencial en el que regresó anoche de la cumbre del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Johannesburgo, donde asistió como invitado.
Calificó las amenazas de Trump de “guerra psicológica” y aseguró que Turquía no negociará el caso Brunson, además advirtió que Estados Unidos podría perder un aliado cercano si no cambia de actitud, según el diario turco Hürriyet.
El jueves pasado, Trump amenazó con imponer “grandes sanciones” a Turquía si no libera “de forma inmediata” al misionero evangélico estadunidense, quien está detenido desde octubre de 2016 por cargos de “espionaje” y “terrorismo”, cargos que él niega.
La Fiscalía turca considera que el pastor tiene lazos con el proscrito partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y con la organización del clérigo islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, al que Ankara acusa del fallido golpe de Estado de julio de 2016.
La semana anterior, un tribunal turco ordenó la excarcelación del pastor tras 21 meses en prisión, pero lo puso bajo arresto domiciliario debido a problemas de salud.
Erdogan también negó que Turquía considere a Brunson una moneda de cambio, a pesar de que él mismo insinuó el año pasado la posibilidad de “intercambiar a un pastor por otro”, en referencia al clérigo Gülen.
Las relaciones entre Turquía y Estados Unidos han empeorado por la detención de Brunson y por la negativa de la justicia estadunidense a extraditar a Gülen por la falta de pruebas sólidas sobre su participación en la intentona golpista contra Erdogan.