El Cinema Rio 70 estaba a reventar. Hombres recios, de sombrero y el rostro curtido por el sol y el viento del campo ocupaban en su mayoría las butacas del auditorio.
De pronto de entre la multitud, surge la figura espigada de un joven de botas y ropa vaquera que a paso firme se dirige hacia el pódium. Toma con seguridad el micrófono y prorrumpe en un encendido discurso.
En su disertación aquel campesino denunció la desigualdad social y la injusticia que sufren los campesinos, la falta de oportunidades que los condena a emigrar hacia los Estados Unidos en busca de trabajo y habló sobre la necesidad de llevar educación, salud y empleos a la zona rural de Nuevo León.
A distancia en el presídium, el gobernador Jorge Treviño Martínez acompañado de miembros de su gabinete, escuchaba cautivado las palabras francas y vehementes del chaval que frisaba los 24 años de edad.
Se trataba del debut en política de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón quien con una habilidad excepcional aprovechó el escenario y se echó en el puño a los asistentes a un aniversario más de la Confederación Nacional Campesina. Corrían los años ochenta.
A partir de entonces el famoso “Bronco”, con el padrinazgo de Treviño Martínez y arropado por las siglas del Partido Revolucionario Institucional inicia una carrera ascendente en el servicio público y en la polaca.
Muy joven ocupa la Secretaría de Obras Públicas del municipio de Galeana su tierra natal y en 1991 se viene a Monterrey a tomar las riendas de la CNC, puesto que utilizó para ir en busca de mejores derroteros.
En 1992 prueba las mieles de una diputación federal y años después se sienta en una curul del Congreso del Estado.
Compite y pierde por la alcaldía de ciudad Guadalupe y se consagra al llegar en el 2009 a la presidencia del municipio de García.
Antes ocupa la dirección de racionalización de obras durante el gobierno de Natividad González Paras donde participa activamente en la expropiación de terrenos para la ampliación de la Avenida Venustiano Carranza y la construcción del Rio Santa Lucia.
Cuarto hijo de una familia de diez hermanos, cinco mujeres y cinco hombres cuenta que siendo niño, su papá compró tres pares de botas para sus hermanos mayores, pero el calzado no les agrado y pasó a los pies del afamado “Bronco”.
_” Yo soy de rancho entonces mi mamá le encargó a mi papá zapatos para los hijos, mi papá para no batallar compró tres pares de botas para mis tres hermanos mayores y a ellos no les gustaron”.
_ “Y me tuve que chutar yo tres años las botas cuando me acababa un par me ensartaban las otras”, reveló en entrevista con la periodista Adela Micha en Radio Formula.
De ahí el apodo de “El Botas” que adquirió en su época de estudiante de secundaria.
De carácter atrabancado, lenguaje coloquial y tosco, el “Potro”, otro de sus alias, se define como un cabrón. Para él, sinónimo de chingon. Dice ser el único bronco de la familia y tener serias sospechas de que su mamá lo pario al revés.
El 14 de septiembre de 2014 renuncia al PRI harto de la partidocracia. “Por ser humilde y por comulgar con la visión social y humana que demanda la ciudadanía de los políticos hoy en día, y por no estar de acuerdo en pelear al interior del PRI”, escribió en una carta enviada a Eduardo Bailey presidente del partido en la entidad.
_. “hemos aprendido a ser libres y ningún descendiente de reyes, ni de nadie, tiene el derecho de inscribirnos en el registro de sus esclavos. Por eso he decidido unirme a millones de mexicanos que han llegado al límite de la paciencia”.
“Y que hoy, encambronados, muy molestos, exigen cambiar los viejos modos políticos del partido y del propio sistema. Coincido con ellos, porque pienso y siento lo mismo que ellos”.
Manifestó al anunciar que iría con la bandera de ciudadano independiente por la gubernatura de Nuevo León y tras presentar su plataforma de lanzamiento: Cerebro, Corazón y Carácter.
Dejaba tras de sí, como un especie de “borrón y cuenta nueva”, un pasado de 33 años en el PRI.
Pero Jaime Rodríguez no está libre de pecado y no creo que tenga la conciencia tranquila para lanzar piedras al sistema al que una vez defendió y del que también se sirvió.
A su paso por el servicio público se habla de compras irregulares de terrenos a montos millonarios y de conductas autoritarias para “convencer” de vender sus casas a vecinos de la calle Venustiano Carranza y del Barrio de las Tenerías.
Siempre de la mano del inefable Abel Guerra, ex Secretario de de Desarrollo Urbano del 2003 al 2006. Otro de sus padrinos.
Para variar, un grupo de ejidatarios de Villa de Santiago guardan tristes recuerdos del “Bronco” cuando este fue dirigente de la CNC y trató de despejarlos de grandes extensiones de tierra en la comunidad conocida como Laguna de Sánchez. Incluso existe una denuncia interpuesta en su contra ante el Ministerio Publico a principio de los años 90.
Hábil e ingenioso, el “Bronco” supo sacarle jugo mediático a la desgracia y convertir en hazaña heroica los dos atentados sufridos siendo alcalde de García, al igual que detonar sentimentalmente entre la comunidad la muerte de su hijo mayor y el secuestro de una hija de dos años.
Los fatales acontecimientos que sirvieron de guion en la producción de la película “Un Bronco Sin Miedo”, diluyeron como cortina de humo el escandaloso gasto sin comprobar, de casi 40 millones de pesos erogados durante su administración en García y que, de rechazarse estas cuentas en el Congreso del Estado, su candidatura se pondría en aprietos y en medio de la catástrofe.
Pero eso como decía mi abuelita, “es harina de otro costal” y corresponderá al “Potro” enfrentar el problema y revisar los negativos que carga en sus alforjas.
Lo cierto es que Jaime Rodríguez ha resultado un gran operador de las redes sociales desde donde incuba miles de adeptos que lo veneran y ven cual si fuera un superhéroe.
Pero cuidado, confiar a ojos cerrados en este artilugio cibernético podría ser riesgoso y convertirse solo en un espejismo para efectos electorales.
Tendría entonces el equipo del “Bronco” que transformar los likes y mensajes de apoyo plasmados en facebook, tweter e instagram, en votos contantes y deslizantes en las urnas el próximo 7 de junio.
Lo que no se puede negar es que este animal político es ya todo un fenómeno de popularidad y su simpatía crece a la velocidad vertiginosa de una bola de nieve y amenaza con sepultar las aspiraciones de otros candidatos propuestos por los partidos.
Su fama ha traspasado fronteras. La prensa nacional e internacional lo busca como si se tratara del ídolo de moda. Basta escuchar su hablar desparpajado y sus declaraciones ingeniosas para cautivar audiencias.
Ya mostró musculo ante la Comisión Estatal Electoral al presentar la friolera de casi 400 mil firmas de apoyo y lograr sin dificultades el reconocimiento de su candidatura.
Ahora este llanero solitario moderno debe velar armas y luchar contra la inercia del sistema que no quiere ver su foto impresa en las boletas en las próximas elecciones y buscara por todos los medios descarrilar sus aspiraciones.
Y su sueño de llegar a ser el primer gobernador independiente en la historia de Nuevo León quedaría solo en quimeras. Ahí se las dejo.