Un actor y fisicoculturista de Rusia llamado Yuri Tolochko se casó su muñeca inflable.
Hace unos días, Tolochko y su prometida, la muñeca inflable, se unieron en matrimonio durante una ceremonia a la que asistieron algunos amigos y familiares.
La muñeca lució un bello vestido blanco, mientras el actor, un sobrio traje negro.
Las imágenes compartidas en Instagram muestran a los invitados brindar por la pareja y a estos últimos bailar una pieza romántica.
Hace casi un año, el 12 de diciembre, Yuri Tolochko anunció que se casaría con su muñeca inflable, pero ocho meses atrás la presentó como lo que sería solo una diversión. Sin embargo, con el paso del tiempo reveló que estaba enamorado de la muñeca y que era el “amor de su vida”.
Yuri le pidió matrimonio a su muñeca hace casi un año. Foto: Especial.
Tolochko tiene en sus redes sociales más de 15 mil seguidores. Allí comparte su vida diaria, sus rutinas, actividad física y la extraña relación que mantiene con la muñeca. Entre viajes, comidas, declaraciones, se destaca una en la que confesó que la muñeca había generado “inseguridades” desde que él la había expuesto en los medios. Por tal motivo, había decidido someterla a cirugías plásticas con personas reales, en un hospital verdadero.
“Cuando presenté su foto al mundo, hubo muchas críticas y ella comenzó a desarrollar un complejo, así que decidimos someternos a una cirugía plástica”, contó aquella vez para Daily Stary agregó que “ella había cambiado mucho. Al principio, fue difícil de aceptar, pero me acostumbré más tarde”.
Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino
Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.
Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.
Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.
Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.
Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.
Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.