Una acumulación fatal de gas en su organismo, producto de haberse tomado en apenas 10 minutos toda una botella de Coca-Cola de 1.5 litros, le produjo la muerte a un hombre en Pekín, China, informó este viernes New York Post.
La víctima había bebido esa gran cantidad de gaseosa por sentir que necesitaba hidratarse. Seis horas después comenzó a experimentar un dolor intenso en el estómago, por lo que se trasladó a un hospital. Los médicos le encontraron una frecuencia cardíaca elevada, presión arterial baja y respiración acelerada. Una tomografía computarizada reveló anomalías en la pared intestinal y en la vena que proporciona sangre al hígado.
Las síntomas indicaron que el hombre había sufrido una isquemia hepática, también conocida como shock en el hígado, causada por la falta de oxígeno en ese órgano. El personal médico intentó socorrerlo liberando el gas de su sistema digestivo y administrándole medicamentos para proteger sus funciones vitales de daños mayores. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los especialistas, el paciente falleció 18 horas después.
Cabe recordar que en 2020 la organización Alianza por la Salud Alimentaria se identifica a la Coca-Cola como el producto de mayor impacto en la salud de las poblaciones indígenas del país.
“Coca-Cola ha dañado gravemente la salud de la población mexicana, no es difamación, es evidencia científica”, aseguró la alianza y recordó que “se estima que cada año se asocian al consumo de bebidas azucaradas más de 40 mil muertes en México, las muertes que ha causado la mayor pandemia en 6 meses”.
De acuerdo con un comunicado de la agrupación, el 70 por ciento de la ingesta de azúcares agregados en la dieta de los mexicanos proviene de bebidas procesadas, cuyo mayor impacto se detectó en comunidades indígenas del estado de Chiapas y reiteró que el consumo de Coca Cola en el país representa más del 70 por ciento del consumo de bebidas con alto contenido calórico, una de las mayores cifras a nivel mundial.
De acuerdo con el estudio “Mortalidad atribuible al consumo de bebidas azucaradas en México: una actualización”, publicado en la revista International Journal of Obesity, el consumo de bebidas azucaradas se asoció con la muerte de 40 mil 842 personas en 2019; 23 mil 433 a causa de la diabetes; 13 mil 517 por enfermedades cardiovasculares; y 144 ocasionadas por diferentes tipos de cáncer asociados a la obesidad.
Un estudio de dosis-respuesta del consumo de bebidas endulzadas con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa sobre los factores de riesgo de lípidos / lipoproteínas para la enfermedad cardiovascular en adultos jóvenes, publicado por The American Journal of Clinical Nutrition, destacó que consumir 500 mililitros al día de bebidas azucaradas se asocia con la contracción de enfermedades cardiovasculares. Esto incrementa, en línea con la cantidad ingerida, sin embargo no contempló el aumento de peso.
“Bebidas azucaradas y riesgo de síndrome metabólico y diabetes tipo 2: un metanálisis”, explicó que el consumo de una lata o más de bebidas azucaradas al día se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes. La información dada a conocer por la revista Diabetes Care, destacó que de 310 mil 819 participantes del estudio, 15 mil 043 diagnosticados con diabetes tipo 2, que consumieron una lata o más de bebidas azucaradas diarias, reportaron un 26 por ciento de incidencia mayor de contraer la enfermedad.
Finalmente, las bebidas con alto contenido calórico aumentan hasta en un 60 por ciento el riesgo de obesidad infantil. De acuerdo con el estudio “Relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad infantil: un análisis prospectivo y observacional”, publicado por la revista científica The Lancet en 2001, encontró que por cada refresco adicional de 12 onzas consumido por menores al día tuvieron mayor propensión a volverse obesos.
“Azúcares dietéticos y peso corporal: revisión sistemática y meta análisis de ensayos controlados aleatorios y estudios de cohortes”, del British Medical Journal destacó que las bebidas azucaradas son, particularmente, promotoras de obesidad con el consumo de sólo una lata al día. Entre adultos, la incidencia aumenta un 27 por ciento, frente al 55 por ciento en las niñas y niños.