El marcado interés por la historia de un niño británico de siete años llevó a su madre a hacer restaurar una vieja pintura. Para su sorpresa, la pieza que había permanecido colgada durante años en el comedor familiar resultó ser un «excepcional» retrato del rey Carlos II de Inglaterra, pintado en el siglo XVII, informa la BBC.
Liz Vella, la madre del pequeño Dylan Maggs, heredó la pintura en cuestión de su abuelo, quien la compró a principios del siglo XX en un bazar, creyendo que se trataba de una obra de la época victoriana. Nunca nadie en su familia estuvo al tanto del verdadero valor de la pieza, que se deterioró adornando aquella pared.
Dado que en Dylan se había despertado un gran interés por la historia británica, Vella quiso sorprenderlo con la vieja reliquia familiar, por lo que decidió enviarla a ‘The Repair Shop’, un famoso programa de televisión especializado en reparaciones y restauraciones, con miras a colgarla luego en su hogar.
Para su sorpresa, una vez que la restauradora de arte del ‘show’, Lucinda Scalisi, quitó las capas de suciedad y cochambre que cubrían la obra, descubrió que se trataba de un raro y antiguo retrato del rey Carlos II, conocido como ‘El monarca alegre’, que gobernó sobre Inglaterra, Escocia e Irlanda entre 1650 y 1685, año de su muerte.
De acuerdo con la restauradora, al analizar la trama del lienzo supo que la obra que tenía entre sus manos había sido pintada unos 350 años atrás, probablemente durante los primeros tiempos de gobierno de Carlos II. «Es un hallazgo excepcional […] por su calidad y rareza, es sin duda una pieza digna de museo», señaló.
Por su parte, Vella aseguró haber quedado impactada al conocer cuándo fue pintado «Charlie Boy», como apodó a la obra desde su niñez. Asimismo, dijo que no planea vender la histórica pieza de arte, ya que prefiere dejársela en herencia a Dylan.