Decir que la tasa de mortalidad entre los vacunados es “tres veces mayor con Pfizer que con AstraZeneca” fue la estrategia que un agencia de comunicación con sospechosos contornos intentó poner en marcha en Francia y proyectarla a toda Europa.
Instarlos a manipular esta información falsas a varios influencers, con un total de más de un millón y medio de suscriptores en YouTube. Ellos revelaron el lunes que fueron contactados por un misterioso intermediario invitándolos, por una tarifa, a publicar videos y mensajes contrarios al desarrollo anti-Covid de Pfizer y BioNTech.
De acuerdo a lo que surge de la investigación, y divulgado por el sitio Numerama, todos los influencers recibieron un correo electrónico titulado “Una campaña informativa”. El objetivo declarado: “Hablar sobre las vacunas que se ofrecen a los europeos, en particular AstraZeneca y Pfizer”. Si bien en su presentación, reflejaba un compromiso informativo, después se centraba en mensajes para denigrar el desarrollo con tecnología ARN mensajero.
El lunes 24 de mayo, el YouTuber y divulgador científico Léo Grasset, conocido con el nombre de “Dirty Biology”, sorprendió en la red Twitter al comentar que había recibibo una propuesta de una extraña empresa de comunicación, ofreciéndole un gran apoyo comercial para “destruir la vacuna Pfizer en video” en nombre de un “cliente que quiere permanecer de incógnito” .
Además del divulgador científico en red, otros dos influencers de la red por videos franceses acompañaron en Twitter la denuncia, sosteniendo que habían recibido una solicitud para una acción del mismo tipo.
“Dirty Biology”, con 1,2 millones de suscriptores, debía subir videos que sonaran como consejos para sus seguidores, sin relacionar estos mensajes con publicidades o videos patrocinados. Los influencers contratados debían actuar como dando su punto de vista personal sobre la vacuna a cuestionar.
El diario francés Le Monde, también fue involucrado en el engaño. En un documento enviado a Léo Grasset, y que puedo chequear ese matutino, también se menciona claramente que el video debe afirmar que el producto de Pfizer/BioNTech tiene una tasa de mortalidad significativa y la declaración debe basarse en una tabla y otros estudios.
“Es raro. Recibí una propuesta de asociación que consiste en desglosar la vacuna Pfizer en video. Presupuesto colosal, cliente que quiere permanecer de incógnito y hay que ocultar el patrocinio. Ética/20. Si ves algún video, sabrás que es una operación, entonces”
Entre estas fuentes se encuentra un artículo en Le Monde, publicado el 16 de enero, vinculado con documentos robados a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) durante un hackeo, cuyos autores aún no han sido identificados.
Las otras fuentes citadas por la agencia de comunicaciones suman notas publicadas en sitios, con información plagiada, artículos producidos sin especificar ninguna fuente, mensajes dirigidos para acusar a Europa de poner en peligro a sus ciudadanos al usar el desarrollo que mas se aplica en el bloque, y uno de los mas reconocidos a nivel mundial.
El ministro de Salud francés, Olivier Véran habló este martes sobre el tema: “No sé de dónde viene, no sé si viene de Francia o del extranjero”, comentó, en referencia a las sospechas que señalan a Rusia. “Es pésimo, es peligroso, es irresponsable y no funciona”, replicó el funcionario.
Una oscura agencia de comunicación con empleados rusos
Los mismos influencers, conocedores del medio, procedieron a buscar huellas digitales de la consultora contratante. Identificada como “Fazze”, la agencia casi no tenia datos.
Según la investigación de la radio pública Franceinfo, las pistas conducen a Rusia. “En un intercambio de correos electrónicos que Franceinfo ha podido consultar, la agencia de comunicación pide a otro influencer que afirme que los medios de comunicación ocultan información al público y que la Unión Europea ha favorecido la vacuna de Pfizer. Estos mensajes están firmados por la agencia Fazze, que está domiciliada en el Reino Unido pero no está registrada en el país. Su dirección en Londres es falsa y sus pocos empleados, rusos o educados en Rusia, han ido borrando sus cuentas en las redes sociales desde que se conoció la noticia”, señala.
“La agencia Fazze, en su sitio web, se describe a sí misma como una ‘plataforma de marketing de influencers’, a los que ofrece distintas herramientas. Tiene su sede en el Reino Unido, pero no es una empresa registrada en el país. Su dirección en Londres es falsa y en 2018 tenía su domicilio en las Islas Vírgenes británicas, en el Caribe”, informa Daniel Postico, corresponsal de RFI en Londres..
El Ministerio de Salud de Francia ha sido informado de estas solicitudes y “está siguiendo muy de cerca este tema”, denunciando “claros intentos de desinformación” . Por ahora, se desconoce el origen exacto de estas solicitudes realizadas a los YouTubers franceses.
«No sé de dónde viene, no sé si viene de Francia o del extranjero», comentó este martes el ministro de Salud francés, Olivier Véran, mientras las sospechas pesan sobre Rusia. «Es pésimo, es peligroso, es irresponsable y no funciona», replicó el funcionario.
Los otros dos influencers, Sami Ouladitto, un comediante con 400.000 suscriptores en YouTube, y el canal “Et ça se dit Médecin” o “Y se dice Médico”, dirigido por un médico, que tuvieron el mismo ofrecimiento, describieron la misma situación.
Con investigación abierta, las cuentas de LinkedIn de personas que se hicieron pasar por empleados de “Fazze” pasaron sus perfiles a privado o incluso borraron información, revela el diario Le Monde. Además, el perfil de director ejecutivo de la empresa, de difícil acceso, reveló que la empresa operaba en Moscú, Rusia, y no en Londres.
Hasta el momento la compañía Pfizer no ha emitido comentario sobre esta denuncia. Mientras las fuentes citadas, blogs y publicaciones que querían apoyar las críticas van desapareciendo.