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México

UNAM espera 29 ciclones y huracanes esta temporada

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Aunque el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) aún no emite su pronóstico de huracanes, universidades y centros de investigación de Estados Unidos estiman una temporada ligeramente por encima del promedio histórico en el Océano Atlántico, con la posible ocurrencia de hasta 14 ciclones con nombre, de los cuales siete podrían alcanzar la categoría de huracán, y entre tres y cuatro ser de categoría mayor (tres, cuatro o cinco).

Para la cuenca de Pacífico Oriental no se han emitido pronósticos, pero el promedio histórico es de 15 ciclones con nombre; de ellos, ocho alcanzarían la categoría de huracán, y entre tres y cuatro serían mayores, afirmó Rosario Romero Centeno, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.

En el Golfo de México y Mar Caribe, en promedio un ciclón por año impacta las costas en ese litoral, añadió.

Desde el Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, Romero precisó que la temporada de huracanes inició oficialmente el pasado 15 de mayo en el Pacífico y lo hará el primero de junio en el Golfo de México y Mar Caribe. En ambos litorales del país termina el 30 de noviembre.

Por su parte, Graciela Raga, también investigadora del CCA, detalló que para que ocurra un ciclón tropical se requieren ciertos “ingredientes” específicos: temperatura cálida superficial del mar, humedad a nivel medio de la atmósfera y cizalladura de viento, que es la diferencia en la velocidad o dirección del viento entre dos puntos de la atmósfera terrestre.

Romero aclaró que no es posible saber con anticipación qué zonas serán afectadas durante la próxima temporada, pero sí los estados que históricamente han sufrido estragos.

Prácticamente todas las entidades costeras son vulnerables, pero hay mayor probabilidad de que un ciclón tropical penetre al territorio por Baja California Sur, Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Jalisco (por el Pacífico), principalmente durante los meses de septiembre y octubre. Por el Golfo de México y Mar Caribe, los estados más afectados serían Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas, sobre todo en agosto, septiembre y octubre.

Hay eventos como El Niño y La Niña que influyen de manera importante en la generación de ciclones en el Pacífico y el Atlántico, pero para este 2018 sólo hay un 50 por ciento de posibilidades de que ocurra el fenómeno El Niño.

Raga consideró que el cambio climático podría ocasionar una disminución en el número total de ciclones tropicales, pero los que se formen serán de intensidad mayor.

Romero comentó que cada año se incrementa la población que vive en zonas costeras, lo que aumenta su vulnerabilidad. Por ello, la académica recomendó estar atentos a los avisos del SMN y de los encargados locales de protección civil.

Te puede interesar: Cronología de la devastación, los huracanes más peligrosos de la historia.

Además, resaltó que las autoridades deben prohibir los asentamientos en zonas de riesgo por ciclones tropicales, la construcción de viviendas y hoteles sobre las playas, así como la destrucción de manglares que sirven como barrera protectora ante el aumento del nivel del mar por las marejadas asociadas a estos fenómenos.

Es importante aumentar el número de avisos oportunos a las comunidades vulnerables, además de establecer mecanismos y estrategias bien definidas para la transmisión de la información, y para los planes de evacuación y de protección.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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