Imagina el siguiente escenario.
Una mujer y su esposo se sometieron a un tratamiento de fertilidad a principios de los años noventa. Ahora se enteran de que su hija, contrario a lo que pensaban, no es la hija biológica del hombre.
En cambio, su padre biológico es un antiguo técnico médico responsable de la preparación de las muestras de esperma.
Esa es la situación a la que se enfrenta una familia que recibió tratamiento en el laboratorio Reproductive Medical Technologies Inc. (RMTI) de la Universidad de Utah.
La universidad dice que está investigando el caso.
Ha reunido a un equipo de médicos y ha contratado a un especialista independiente en ética médica. La universidad también está ofreciendo pruebas de paternidad a las familias que pudieran estar afectadas, y ha creado una línea directa para los pacientes que tengan preguntas al respecto.
«Comprendemos la ansiedad que esta familia han experimentado. No sabemos cómo ocurrió esto y estamos examinando cuidadosamente las inquietudes que han surgido», dijo el Centro de Cuidados de la Salud de la Universidad de Utah.
Una viuda habla
Se sospecha que Tom Lippert cambió el esperma del paciente por el suyo. Su viuda, Jean Lippert, habló con KUTV, afiliada de CNN y describió a su esposo como una persona con problemas.
Trabajaba para el Laboratorio de la Comunidad de la Universidad de Utah, y para el RMTI, el cual dejó de funcionar en 1998. Los laboratorios eran entidades separadas, pero compartían supervisión y personal.
Lippert tenía antecedentes penales y un complicado historial laboral.
Algunos documentos descubiertos hasta ahora sugieren que se merecía un aumento, mientras otros indicaban que era necesario supervisarlo más a él y a los laboratorios, según la universidad.
Jean Lippert le dijo a KUTV que ella y su esposo nunca tuvieron hijos, pero que su esposo le decía que sí los tenían. Tom Lippert estaba «orgulloso de tener hijos en algún lugar allá afuera», comentó su esposa.
La pareja estuvo casada durante 20 años antes de que Tom Lippert muriera de cirrosis del hígado, informó KUTV. Tenía 49 años.
«Parecía que él (Tom) estaba tratando de ser una persona decente», le dijo su viuda a la empresa afiliada, agregando que «el buen Tom» no estuvo presente por mucho tiempo.
«Si lo hubiera dejado, me habría matado. Me amenazaba todos los días», expresó Jane Lippert, según informes. «No me quedé por la bondad de mi corazón».
«Lo que podamos responder, lo haremos»
La universidad ha sido cuidadosa en enfatizar que las políticas y protocolos de hoy en día son diferentes a aquellos que estaban en vigor en esos laboratorios, dados los estándares de la industria en los años ochenta y a principio de los noventa.
«Esta es una historia impactante para todos nosotros,» dijo Sean Mulvill, director ejecutivo del Grupo Médico de la Universidad de Utah, informó KTVX, afiliada de CNN.
Según informes, calculó que Lippert podría haber interactuado con 1.000 familias; 15 han llamado a la línea directa hasta ahora.
«Los eventos en cuestión ocurrieron hace más de 20 años y los expedientes de ese tiempo están incompletos». A pesar del desafío. estamos comprometidos a alcanzar un completo entendimiento de lo que sucedió para proveer información relevante a nuestros pacientes de una manera compasiva y diligente», comentó la universidad.
Añadió lo siguiente: «Mientras hay retos inherentes -el paso del tiempo, el hecho de que el RMTI dejó de funcionar en 1998 y las muertes del señor Lippert y el director del RMTI, el Dr. Ron Urry- lo que podamos responder, lo haremos».
You must be logged in to post a comment Login