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Resto del mundo

Uno de cada 4 estadounidenses será latino en 2060

Mientras la población blanca sigue disminuyendo, dicen datos del Censo

Se trata de datos actualizados de 2017 que reflejan el impacto de la pandemia de covid-19 y reflejar los resultados del Censo de 2020. Contemplan una serie intermedia, que es la más probable, y otros tres escenarios alternativos, relacionadas con la inmigración.

Para 2060 más de 1 de cada 4 estadounidenses serán latinos, o sea el 26.9% de la población de Estados Unidos, según proyecciones de la Oficina del Censo publicadas este jueves.

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Actualmente, la población hispana representa aproximadamente 1 de cada 5 estadounidenses, o el 19.1% de todos los habitantes del país.

Al mismo tiempo, se estima que la población blanca no hispana seguirá disminuyendo, del actual 58.9% a un 44.9% en 2060, 14 puntos porcentuales por debajo, mientras se espera que la población negra no hispana se mantenga más o menos como hasta ahora, alrededor del 13% en 2060.

En cuanto a la edad, la proyección es que la población del grupo de mayor edad superará a la del grupo de edad más joven en 2029, dada la baja natalidad. Se estima que en 2100 el 29.1% de la población tendrá 65 años o más, mientras solo el 16.4% será menor de 18 años.

Estas proyecciones de 2023 son una actualización de las publicadas en 2017, y buscan tener en cuenta el impacto de la pandemia de covid-19 y reflejar los resultados del Censo de 2020. Es la primera vez desde el año 2000 que se extienden tan lejos en el futuro, en este caso hasta 2100.

El posible impacto de la inmigración: la proyección intermedia y los escenarios alternativos

 

Las proyecciones ilustran posibles «cursos de cambio poblacional basados en supuestos sobre nacimientos, muertes y migración internacional neta en el futuro». Contemplan lo que llaman una serie intermedia, que es la más probable, y otros tres escenarios de inmigración alternativos, que serían de inmigración alta, baja o nula.

En su serie intermedia, la Oficina del Censo proyecta que la población general de EEUU seguirá aumentando hasta unos 370 millones en 2080, cuando creen que alcanzará su punto máximo para luego empezar a descender hasta unos 366 millones en 2100.

En el escenario de ‘alta inmigración’ la población de EEUU estaría aumentando cada año hasta alcanzar los 435 millones en 2100. En el de ‘baja inmigración’ el máximo se alcanzaría en 2043, con 346 millones y a partir de ahí empezaría a bajar, llegando a 319 millones de habitantes en 2100.

Por otra parte, en el escenario de inmigración nula, que es más bien ilustrativo y sin probabilidades reales de manifestarse, la disminución de la población comenzaría ya en 2024, en ausencia total de nuevos habitantes nacidos en el extranjero. De esta forma en 2100 la población se habría disminuido a 226 millones, unos 107 millones menos que la población estimada de 2022.

«En un mundo en constante cambio, comprender la dinámica de la población es crucial para dar forma a políticas y planificar recursos”, declaró Sandra Johnson, demógrafa de la Oficina del Censo de EEUU. «Estados Unidos ha experimentado cambios notables en los componentes del cambio poblacional en los últimos cinco años», explicó.

“Se espera que algunos de ellos, como los aumentos de la mortalidad causados por la pandemia de covid-19, sean de corto plazo, mientras que otros, incluidas las disminuciones de la fertilidad que han persistido durante décadas, probablemente continúen en el futuro», dijo la experta.

Resto del mundo

Elon Musk da marcha atrás y confirma que la cápsula Dragon seguirá operando tras disputa con Trump

Washington.– En medio de una disputa pública con el presidente Donald Trump, el empresario Elon Musk rectificó este viernes su decisión de retirar del servicio la cápsula espacial Dragon, utilizada por la NASA para transportar tripulación y suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI).

“Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon”, escribió Musk en su red social X, en respuesta a un usuario que lo instó a relajarse y evitar una escalada innecesaria con el mandatario estadounidense.

El giro en la postura del CEO de SpaceX ocurrió apenas un día después de que amenazara con cancelar la operación de Dragon, en un contexto de tensiones con Trump, quien a su vez amagó con cancelar los contratos millonarios que el gobierno federal mantiene con las empresas de Musk.

SpaceX es uno de los principales contratistas de la NASA y ha recibido más de 17 mil millones de dólares en contratos durante la última década. El gobierno de Estados Unidos depende de la cápsula Dragon para el transporte seguro de astronautas y materiales hacia y desde la EEI. De hecho, fue la nave utilizada el pasado marzo para traer de vuelta a la Tierra a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, tras una larga estancia en órbita.

El enfrentamiento entre Musk y Trump escaló el jueves cuando ambos intercambiaron acusaciones y amenazas a través de redes sociales. El presidente acusó a Musk de actuar con deslealtad al oponerse públicamente al plan de recorte presupuestario impulsado por la Casa Blanca, mientras que el empresario sudafricano denunció que Trump aparece mencionado en archivos vinculados al pederasta Jeffrey Epstein.

La raíz del conflicto se encuentra en el llamado “gran y hermoso proyecto de ley” —así lo ha calificado Trump— que busca reducir el gasto público. Musk, quien hasta hace una semana encabezaba el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), renunció a su cargo tras expresar su desacuerdo con la estrategia fiscal de la administración republicana. A su juicio, el plan aprobado por la Cámara Baja incrementará el déficit y atenta contra el objetivo de una gestión pública austera.

Aunque Musk ha dado señales de distensión, apoyando en X un mensaje que pedía reconciliación entre ambos, Trump parece no estar dispuesto a ceder. En una llamada telefónica con ABC News, el mandatario aseguró que no está “particularmente interesado” en dialogar con el dueño de X y Tesla. Incluso anunció que pondrá a la venta el vehículo eléctrico de la marca, adquirido en su momento como gesto de respaldo hacia Musk.

Por ahora, la cápsula Dragon seguirá activa. Pero la confrontación entre el presidente de Estados Unidos y uno de sus más influyentes contratistas privados deja al descubierto la fragilidad de las alianzas políticas cuando entran en juego los egos, las red

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