“Desde hace años, Chihuahua dejó de ser un estado de tráfico para convertirse en uno de consumo de drogas, tras el cierre de la frontera sur de Estados Unidos, la droga se quedó en el norte de México y ahora vivimos un envenenamiento masivo a nuestros niños, niñas y adolescentes que si no frenamos, podría generar un daño irreversible y catastrófico”, así lo denunció el candidato a diputado federal por la Coalición Juntos Hacemos Historia, Fernando Tiscareño Luján.
Agregó que al recorrer las colonias del Distrito 8, se ha dado cuenta que el tema de mayor preocupación entre los ciudadanos, sin importar el estrato social, es el consumo desmedido de cristal que hay entre la población, “el cual ya no sólo afecta a adultos y jóvenes, sino que ha alcanzado a niños desde los 10 años o menos”, expuso.
«Hoy veo jóvenes entusiastas en las brigadas de mi distrito, jóvenes que trabajan por una mejor ciudad y un mejor país. Todos esos jóvenes merecen que sus políticos se preocupen por ellos, por brindarles todas las oportunidades posibles», resaltó el candidato.
Además, expresó que lo más preocupante es que hay mucha desatención por parte de las autoridades, no hay programas de prevención, contención y combate a las adicciones, y está pasando de ser un programa de salud pública, a uno de inseguridad.
Al ser una sustancia muy económica, se convierte en una droga de fácil acceso y muy adictiva, hay una gran preocupación de todas las familias, en Chihuahua el 95% de las familias habla de este problema, el 5% que se resiste a hablar del tema es la autoridad.
Para combatir este problema, es necesario dejar de pelearse con la federación, es importante convertirse en aliados estratégicos para que, en conjunto, se generen programas de atención a las adicciones, vistos desde la salud pública, la inseguridad, la reinserción social y la reconstrucción del tejido ciudadano, con el fin de regresar al Chihuahua que fuimos hace algunos años.