La incertidumbre que prevalece en el país debido a los criterios para la reanudación de la actividad productiva, obliga a que los sectores públicos y privados coordinen esfuerzos y pongan en marcha un programa de incentivos al autoempleo, focalizado en las madres jefas de familia.
Así lo expuso el diputado Omar Bazán en una iniciativa de exhorto presentada en el Congreso para que el gobierno estatal promueva acuerdos con el sector privado que les permitan integrarse al sector productivo y laboral.
El impacto de la COVID-19 en el sector productivo se está sintiendo en todo el mundo y la crisis que se desarrolla corre el riesgo de profundizar las desigualdades que afectan a las madres solteras, indicó el legislador priista.
En el escenario estatal, el desarrollo económico enfrenta un ajuste drástico por el cierre parcial de fuentes de empleo en diversas y por la disminución del ingreso de los trabajadores.
En el caso de las madres jefas de familia el impacto es terrible, abundó.
Por ello, el también dirigente estatal del PRI propone en su iniciativa otorgarles recursos económicos necesarios para que inicien un negocio y así mejoren su calidad de vida y la de su familia.
Es de vital importancia que el Ejecutivo realice las alianzas respectivas con la iniciativa privada, de la industria manufacturera y empresas de servicios, para su incorporación a la actividad productiva, agregó.
Las jefas de familia son el único sostén en el hogar y el Estado debe garantizarles el pleno ejercicio de sus derechos, siendo parte activa y productiva en el desarrollo social y económico.
Las jefas de familia enfrentan un sinnúmero de problemas, incluso de discriminación laboral, para sacar adelante a su familia, lamentó Bazán Flores.
Las condiciones de trabajo basadas en el principio de igualdad sustantiva entre mujeres y hombres son muy claras en la Ley Federal del Trabajo, señaló por último.