Se acomodaron las calabazas en el Congreso. Mario Vázquez acabó por dejar caer su peso e imponer a Miguel Latorre como coordinador de la bancada panista en el Congreso, mientras que la apuesta del grupo corralista, Blanca Gámez, tuvo que conformarse con ejercer la presidencia del Congreso durante el primer año.
Cada quién su golpe. El primero hizo uso de su atribución al negarle a Vázquez la secretaría que exigía, la de Desarrollo Rural, mientras que este le respondió haciendo lo propio y poniendo a quién él quiso al frente de los legisladores. Sin embargo, la ruptura no fue total, pues Blanca, una reconocida activista chihuahuense, quedó como subcoordinadora, así que no le fue tan mal.
El tiro continúa por la dirigencia del PAN. Por el lado de Mario Vázquez, el que parece adelantado es Eduardo Fernández. Por la ‘familia feliz’ estarían apostándole a Fernando Álvarez Monge, pero un perfil que podría ser el factor de conciliación para el PAN es Roberto Fuentes, quien sin ser el favorito de nadie, tampoco es mal visto por ningún grupo, lo cual ya es una tremenda ventaja, pues a los panistas podría convenirles más la unidad que montarse todos en su macho.
Vázquez ya se cuajó. El oriundo de Santa Isabel estaría ya proyectado para ocupar la Secretaría de Servicios Administrativos, la cual tiene un sueldo más que decente y de la cual dependen presupuestos, plazas y todo lo necesario para mantener vivo al grupúsculo vazquista , pues de este puesto dependen las adquisiciones, el personal, la información, normatividad, etcétera.
La división amenaza. El PAN tiene 17 legisladores, los cuales harán frente a los 17 restantes. El problema es que mientras el PRI iba siempre en bloque y sumaba a los bichopartidos, el PAN tiene la costumbre de fragmentarse y no pinta para que haga alianzas eternas con nadie. Acaso Morena y algún lambiscón podrán alinearse de vez en cuando, si así les conviene, pero no será un día de campo, téngalo por seguro.
Corral prepara la entrada triunfal. La Sexagésima Quinta Legislatura aún ni se constituye formalmente y ya está enviando las invitaciones para la sesión solemne de “muera el rey, viva el rey”, que marcará el fin formal de la era duartista en Chihuahua. La ceremonia está plagada de triunfalismo y gloria para unos, pero otros lo ven como un reto monumental y el principio de la verdadera batalla: cumplirle a los chihuahuenses las altísimas, a veces mesiánicas expectativas que tienen, pues creen que a partir del cuatro de octubre una ola mágica recorrerá las ciudades, pueblos y rancherías del estado resolviendo en instantes los estragos de varios sexenios.
La transición será maratónica, literalmente. Iniciará con una carrera en la capital el sábado dos de octubre, una fecha simbólicamente antipriísta por el recuerdo de la matanza del 68. Después, el día 3, habrá concentración de las fuerzas vivas que apoyaron a Javier Corral como parte de la Asamblea de Fuerzas Democráticas. El día 4, a las 11:00 de la mañana, Duarte deberá entregar las llaves del changarro y a las 6:00 de la tarde, podrán pasar a saludar al nuevo góber todos los que hagan fila.
Maratónicos, los pleitos de periodistas en Whats App. El agarrón entre reporteros se ha puesto bueno en el grupo abierto por los encargados del área de Comunicación del nuevo gobierno. Destaca la postura de la compañera Gabriela Minjarez, quien hizo que el mismísimo Antonio Pinedo le besara las manos virtualmente, además de que se ha erigido como la regañona, lo cual, como ya se imaginarán, lastimó muchísimos egos. El pobre de Carlos Coria hace el papel de tío que trata de controlar a los chamacos ajenos y personajes como Lalo Arredondo también aprovechan la coyuntura. Los demás, se la pasan enviándose saludos, memes y fregadera y media. Sorprende que algunos de los incluidos se ostenten como profesionales de la comunicación.
Al que ya ni pelan es al pobre Duarte. El Grito no está despertando polvo ni en las cuadras que rodean a Palacio, y funcionarios como los de Banobras que visitaron ayer Juárez de plano tuvieron de “darle el avión” cuando le anunciaron tras una reunión para revisar las obras a realizarse con fondos del Fideicomiso Carretero, que no se regresaban con él a Chihuahua, sino que se quedaban en Juárez para reunirse con quién sí tiene poder de decisión, el gobernador electo y su equipo. “Ahí nos vemos, pues”, fue la respuesta de los desairados.
Donde se calientan los ánimos es en las Facultades. Por poner un ejemplo está la Facultad de Filosofía y Letras, de donde surgió el flamante nuevo rector, Luis Fierro. La dirección se la disputan tres aspirantes: Armando Villanueva, Heriberto Ramírez y Gerardo Ascencio. Los tres gozan con trayectoria larga en la carrera y simpatía entre el alumnado, pero no tienen las mismas amistades. Villanueva es cercano al ahora rector y a miembros de Alianza Ciudadana, Ramírez goza del apoyo de varios colectivos y personalidades culturales, mientras que Gerardo Ascencio ha sido cercano al partido Movimiento Ciudadano. Cada quién jugará sus cartas.