Puede que estés leyendo Cincuenta sombras, pero tu marido probablemente se encuentre viendo videos porno en la Red. ¿Deberías inquietarte o preocuparte por eso?

La  terapista Wendy Maltz afirmó que a raíz de la masificación que ha tenido el porno en la Internet, no es extraño hallar personas con trastornos sexuales relacionados con el consumo de pornografía.
Maltz y su marido son autores del libro The porn trap, el cual aborda los problemas que surgen cuando las personas ven porno en exceso.

“Es muy fácil acceder a estos materiales”, explicó Maltz. “No existen complicaciones ni obstáculos para verlo y la gente está viviendo sus experiencias sexuales a través de este nuevo fenómeno”.
Muchas personas que se excitan viendo dicha clase de videos pueden presentar conflictos en el

funcionamiento de sus relaciones sexuales, como, por ejemplo, la forma en que se desenvuelven en la cama o dificultades para eyacular.

Además, crean confusión porque las personas esperan de su pareja conductas similares que ven en dichos filmes, cuando, de hecho, tal comportamiento no suele ser normal.

Asimismo se discute si puede animar a prácticas degradantes en mujeres y al abuso de menores.
Desde luego, ello no quiere decir que las personas que ven porno estén predestinadas a ser depravadas.
Maltz señaló que puede ser una herramienta educativa para ayudar a unir a parejas, especialmente cuando se trata de cómo dar un masaje sensual o probar técnicas nuevas.
Sin embargo, siempre existe el peligro de que la pornografía en exceso resulte perjudicial.
“No tiene por qué ser un problema necesariamente, pero puede causar situaciones incómodas en un determinado porcentaje de la población”, dijo.