Orbital Marine Power, empresa desarrolladora escocesa de la tecnología de turbinas de mareas flotantes, anunció este viernes que ha botado con éxito su turbina productora de energía mareomotriz, con una potencia nominal de 2 MW.
Durante un operativo, gestionado por el servicio de logística Osprey Heavy Lift, la turbina de 680 toneladas, bautizada ‘O2’, fue trasladada en una barcaza sumergible desde el puerto de la ciudad de Dundee, al este de Escocia (Reino Unido), hasta el río Tay. Se trata de la primera botadura en Dundee desde que terminó la construcción de embarcaciones hace más de 40 años.
La máquina se pondrá en marcha después de ser remolcada a las islas Orcadas, y luego se conectará al Centro Europeo de Energía Marina (EMEC), ubicado en este archipiélago británico, para convertirse en la turbina mareomotriz operativa más poderosa del mundo.
«La O2 es un ejemplo notable de la innovación británica en materia de tecnología limpia y la construcción que hemos completado aquí es una muestra inspiradora de lo que una cadena de suministro del Reino Unido puede lograr si se le da la oportunidad, incluso bajo las presiones extraordinarias de una pandemia», afirmó Andrew Scott, director ejecutivo de Orbital Marine Power.
La construcción de la turbina O2 comenzó en la segunda mitad del 2019 y fue administrada por el fabricante de productos metálicos británicos TEXO Fabrication. La máquina tiene la capacidad de generar suficiente electricidad limpia para satisfacer la demanda de unos 2.000 hogares del Reino Unido y compensar aproximadamente 2.200 toneladas de producción de CO2 al año.
La O2 tiene una estructura de casco de 74 metros de largo con dos góndolas generadoras de energía de 1 MW al final de las estructuras de patas retráctiles. Sus palas de 10 metros dan a la turbina más de 600 metros cuadrados de superficie de barrido para captar la energía de las mareas.
La estructura flotante se mantiene en la estación con un sistema de amarre de cuatro puntos en el que cada cadena de amarre tiene la capacidad de levantar más de 50 autobuses de dos pisos. La máquina fue diseñada para que la instalación de la turbina y todos sus amarres asociados puedan realizarse con buques de trabajo de bajo coste y el mantenimiento pueda llevarse a cabo con embarcaciones semirrígidas, lo que minimiza el tiempo de inactividad y reduce los costes de construcción y explotación.
La electricidad se transfiere desde la turbina a través de un cable dinámico al fondo marino y un cable estático a lo largo del fondo marino hasta la red eléctrica local en tierra.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.