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Resto del mundo

VIDEO: Mineros rusos adoptan como mascota y le salvan así la vida una osezna polar huérfana

Como si de un perro en situación de calle se tratara, un grupo de trabajadores adoptó como mascota a una osa polar cachorra que deambulaba cerca de su campamento en la isla Bolshevik, que forma parte del archipiélago de Severnaya Zemlya, en el Ártico ruso.

De acuerdo a los reportes, después de quedar huérfana, la osezna fue atraída por el olor de la comida al campamento de los mineros, donde fue alimentada y cuidada por los obreros. Fue gracias a eso que pudo sobrevivir a las duras condiciones del invierno ártico.

Tras convivir varios meses con sus cuidadores, la cachorra se acostumbró de tal modo al contacto y la compañía humana que disfrutaba de jugar con los trabajadores y seguirlos por todos lados dentro del campamento.

Cuando llegó para los mineros el momento de dejar sus puestos de trabajo y volver a tierra firme, alertaron a las autoridades sobre la presencia de la cachorra en la isla. «Nuestra única esperanza era que dejaron un gran vertedero abierto, por lo que existía la posibilidad de que la cachorra se alimentara de él durante semanas», comentó Andrey Gorban, director del zoológico Royev Ruchei, de Krasnoyarsk, que contribuyó en gran medida al rescate del animal.

Según explicó Gorban, de no haber sido recatada por los obreros, la osa no hubiera sobrevivido en aquel medio sin su madre. «Los trabajadores le salvaron la vida, la cachorra no tenía oportunidad alguna de sobrevivir». No obstante, añadió una preocupación: «Para bien o para mal, alimentaron a un animal en peligro de extinción y con ello lo domesticaron», señaló.

Las autoridades ambientales rusas consideraron que la osa, debido al contacto prolongado con los humanos, perdió la capacidad de valerse por sí misma, por lo que fue trasladada al zoológico de Moscú, donde permanecerá en cuarentena durante varios meses antes de ser llevada a un hogar definitivo.

Deportes

Más de 50 mil policías cuidan París para la inauguración de los Juegos Olímpicos

Más de 50.000 policías, gendarmes y militares constituyen esta tarde el mayor dispositivo de fuerzas del orden que se ha desplegado en París, con ocasión de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos que ha trastocado totalmente el transporte y el funcionamiento habitual de la ciudad.

«Es sin duda el mayor dispositivo policial que alguien ha podido poner en marcha», ha destacado esta tarde el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, en declaraciones a la prensa mientras hacía una visita a los agentes desplegados sobre el terreno acompañado del prefecto de policía de París, Laurent Núñez.

Darmanin ha recordado que se espera que «casi 400.000 personas» presencien la ceremonia en el tramo de seis kilómetros del río Sena por el que bajarán los barcos con los deportistas participantes en los Juegos, y que se encuentra en un espacio acordonado.

Allí también van a estar, en una tribuna en el Trocadero, cerca de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno que han sido recibidos en el Palacio del Elíseo por el presidente francés, Emmanuel Macron, que hace de maestro de ceremonias.

El titular de Interior ha asegurado que se han encontrado soluciones para los deportistas o árbitros que debían llegar a París en tren y que se han visto afectados por los sabotajes coordinados que ha sufrido esta pasada madrugada la red de alta velocidad francesa, y que ha perturbado tres de sus cuatro grandes corredores.

La Fiscalía de París dirige las investigaciones sobre esos sabotajes y la coordinación se ha encargado a la Subdirección Antiterrorista de la Policía (SDAT).

Darmanin ha subrayado que esos ataques están afectando más a los que se iban de vacaciones que a quienes iban a asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos.

El ministro, que no ha querido especular sobre la autoría de esos actos, ha señalado: «Estamos evidentemente concentrados para ver si podemos detener rápidamente a esos autores».

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