José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha ocupado con su pareja Carolyn Adams dos residencias al norte de Houston, cada una con valor comercial cercano al millón de dólares, de acuerdo con una investigación de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
José Ramón, de 40 años de edad, trabajó en la campaña presidencial de su papá como coordinador de Morena en el Estado de México, y tras la elección de 2018 confesó que no sabía a qué se iba a dedicar en lo futuro. “Ya el tiempo lo dirá”, dijo al visitar la casa de campaña el 10 de julio de aquel año.
Tres años y medio después de esa declaración, José Ramón tiene un estilo de vida en Houston muy distinto a la austeridad que pregona su papá: primero vivió en una enorme mansión en Conroe, Texas, que era propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, una de las compañías petroleras más grandes del mundo, con la que el gobierno mexicano tiene contratos vigentes por más de 151 millones de dólares, y luego se mudó a una residencia recién construida en la localidad de Cypress, en el condado de Harris, que está a nombre de su pareja, Carolyn Adams.
José Ramón tiene para su uso en Estados Unidos una camioneta Mercedes Benz modelo GLE-Class, que fue adquirida a nombre de Carolyn en una agencia de vehículos de lujo en Conroe a un precio de 68 mil 675 dólares, equivalente a 1.4 millones de pesos.
Carolyn Solano compartió en sus redes sociales fotografías en las que se aprecian detalles tanto de la primera mansión que habitó con José Ramón en Conroe como de la nueva residencia que edificaron en Cypress, Texas.
Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) constataron que la pareja residió en la primera casa hasta 2020 y que la segunda vivienda la habitan desde 2021, cuando concluyó su construcción.
Desde que asumió la presidencia de México, López Obrador ha exhortado en forma reiterada a llevar una vida de austeridad. “No al lujo, que lo que tengamos se use para lo indispensable, para lo básico”, declaró en mayo de 2020. “Si ya tenemos zapatos, ¿para qué más? (…) Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado, ¿por qué el lujo?”, dijo en aquella ocasión.
Chihuahua, Chih.– El diputado por el Partido Acción Nacional (PAN), Carlos Olson, presentó un Punto de Acuerdo para que el Gobierno Federal investigue posibles irregularidades en la entrega de concesiones de agua y cambios de uso de suelo durante administraciones anteriores de CONAGUA y SEMARNAT en Chihuahua, particularmente en el periodo en el que una diputada de Morena ocupó responsabilidades federales en materia ambiental.
Olson señaló que las recientes acusaciones del Ejecutivo Federal sobre pozos irregulares en el estado deben pasar del discurso a la investigación formal, seria y transparente, porque el agua es un recurso estratégico para las familias y productores de Chihuahua.
Recordó que diversos sectores han denunciado que, durante la gestión de la diputada de Morena, se habrían autorizado cambios de uso de suelo y permisos ambientales sin cumplir requisitos técnicos, lo que pudo haber beneficiado a intereses particulares y generado desequilibrios en la disponibilidad del recurso.
“En Chihuahua no puede existir un ‘cártel del agua’. La ciudadanía merece claridad y legalidad en el manejo de sus recursos,” afirmó Olson.
El legislador subrayó que este llamado no busca perseguir políticamente a nadie, sino proteger a los productores, garantizar la transparencia y evitar que el agua se utilice como un instrumento de poder o de presión política.