La Policía de Nueva York está buscando a un hombre, sospechoso de arrojar ácido a Nafiah Ikram, estudiante universitaria de 21 años y procedencia pakistaní, informa NBC News.
El incidente tuvo lugar el pasado 17 de marzo. Aquel día la víctima caminaba hacia su casa, cuando un desconocido corrió hacia ella y le arrojó en la cara lo que se cree que es ácido de batería. Ikram inmediatamente sintió un intenso dolor y comenzó a gritar pidiendo ayuda. Los padres de Ikram acudieron a socorrerla. Inmediatamente fue trasladada al hospital.
Como resultado, sufrió quemaduras graves en la cara, ojos, cuello y manos y pasó 15 días en un centro sanitario, según la oficina local del Consejo de las relaciones entre EE.UU. y los países musulmanes. Para financiar los gastos médicos la familia puso en marcha una recolecta en línea a través de GoFundMe, que alcanzó 340.000 dólares, reportó la organización.
«Toda mi vida cambió en cuestión de cinco minutos», confesó Ikram en una entrevista este jueves con medios locales. «Quiero saber cuál es la razón, […] ¿Qué podría haberle hecho a alguien?», dijo la mujer. «Todavía no puede comer adecuadamente. Ella no puede ver nada. Solo un ojo está funcionando bien», comentó su padre.
El 24 de marzo el departamento de Policía local ofreció una recompensa de 10.000 dólares a cualquier persona que pueda identificar al sospechoso u ofrecer información que conduzca a su arresto. Sin embargo, hasta el momento el delincuente no ha sido identificado.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.