La Fiscalía de Nueva York vinculó a Joaquín “El Chapo” Guzmán con al menos 20 asesinatos de personas ya identificadas ante su defensa legal, que pidió mayor información sobre los hechos para preparar el caso de manera adecuada.
En una audiencia preliminar celebrada este jueves en la corte del distrito este de Nueva York, con sede en Brooklyn, uno de los abogados de Guzmán, Eduardo Balarezo, solicitó a la fiscalía mayor información, pese a que ninguno de los 17 cargos que enfrenta el acusado está relacionado con actos de violencia.
En la audiencia ante el juez Brian Cogan, Balarezo destacó que la fiscalía ha integrado al caso una lista de más de 20 nombres de personas asesinadas, así como fechas de cuando aparentemente sucedieron los crímenes.
Dijo que dicha información no le sirve para armar la defensa ni para refutar esos alegatos, por lo que solicitó más datos a la fiscalía. El juicio está programado para iniciar el próximo 5 de noviembre con la selección del jurado.
En un encuentro con la prensa, tras la audiencia, Balarezo afirmó: “no tenemos declaraciones, documentos, no tenemos nada que nos ayude a investigar o a defendernos contra esos alegatos, y tenemos que litigar constantemente con la fiscalía” para obtener más detalles.
La Fiscalía de Nueva York ha presentado cargos contra Guzmán, de 64 años de edad, relacionados con su presunta responsabilidad al importar y distribuir cientos de toneladas de drogas en Estados Unidos.
Para respaldar el caso contra Guzmán como “el más notorio criminal en la historia moderna”, como se le define en la acusación, la fiscalía también ha señalado que el acusado estuvo involucrado en “miles de actos de violencia”.
Según la acusación, esos actos incluyen asesinatos, torturas y secuestros de rivales cometidos por el propio Guzmán, así como el inicio de “guerras” contra supuestos traficantes rivales. Los documentos públicos del caso no incluyen nombres, fechas o detalles sobre estos crímenes.
En la audiencia también fue corroborada la incorporación de Jeffrey Lichtman al equipo de la defensa de Guzmán, quien cuenta ya con un total de tres abogados destacados de Nueva York y Washington DC. William Purpura es el otro abogado que representa al acusado.
Guzmán, originario del estado mexicano de Sinaloa, aceptó que Lichtman lo represente pese a los potenciales conflictos de interés que podría tener el abogado, dado que tres de quienes podrían ser nombrados como testigos por la fiscalía fueron sus clientes y a que uno más es su cliente en el presente.
Vestido con el traje azul de la prisión, Guzmán se declaró consciente del posible conflicto de interés y dio su consentimiento para retener a Lichtman juntos a sus otros dos defensores.
En su aparición inicial como su abogado, Lichtman declaró a la prensa que Guzmán en este punto “se ha convertido en un figura mítica”, pero que en libros escritos incluso por exagentes adscritos a su caso, ellos reconocen no saber con certeza “qué es real y qué no”.
“Vamos a defenderlo con vigor de los testigos que cooperan, todos los cuales tienen un incentivo para mentir, pues todos obtienen algo de esto. No lo hacen por la bondad de su corazón, ni porque quieren liberar al mundo de drogas ilegales. Lo hacen porque quieren algo: dinero o libertad”, sostuvo Lichtman.