Policía Nacional de Colombia trasladó a la cárcel La Picota, de Bogotá, a Rafael Uribe Noguera, acusado del secuestro, violación, tortura y asesinato de la niña indígena Yuliana Andrea Samboni, de siete años.
Tras más de siete horas de audiencia en el complejo judicial de Paloquemao de la capital colombiana, a donde fue trasladado anoche el sindicado desde el hospital en el que se encontraba recluido por una «crisis», el juez 79 de control de garantías le dictó medida de aseguramiento y decidió enviarlo a la cárcel.
Varios medios locales reseñan que a pesar de que Uribe se declaró «inocente» de todos los cargos que se le imputan, entre los argumentos que consideró el juez para procesarlo figuran el que «es un peligro para la sociedad, una amenaza para los familiares de la víctima y una persona que puede obstruir el proceso judicial que se le sigue».
Hasta las 11:00 de la mañana de este miércoles Rafael Uribe, de 38 años, permaneció en las celdas de la Seccional de Policía Judicial (Sijín), ubicadas en los juzgados de Paloquemao, a la espera de que hubiera cupo en la cárcel La Picota.
Las autoridades decidieron recluir al acusado, un reconocido arquitecto colombiano, en un pabellón especial de la cárcel debido a que consideran que su vida correría peligro si lo ingresan con la mayoría de los reclusos.
Uribe Noguera salió de la Sijín luciendo un traje completo tipo buzo, con cuya capota se ocultó.
El hombre fue escoltado por dos miembros de la Policía y subido a una patrulla en la que se desplazó hasta la cárcel La Picota, ubicada en el sur de Bogotá.
Afuera de las instalaciones de la Sijín lo esperaban cientos de indignados ciudadanos que desde que se conoció el caso han hecho presencia en las afueras del hospital en donde estaba recluido y en los juzgados.
La menor Yuliana Andrea Samboni fue secuestrada el pasado domingo cuando jugaba afuera de su casa, en un barrio de bajos recursos económicos de Bogotá.
Según las investigaciones, el presunto autor del hecho fue Rafael Uribe Noguera, quien subió a la niña a una camioneta y la condujo a un apartamento de su propiedad en un sector adinerado de la capital en donde al parecer la golpeó, torturó, violó y asfixió hasta causarle la muerte.
ESTABA BAJO LOS EFECTOS DE LAS DROGAS
Uribe Noguera consumió cocaína, opiáceos y bebidas alcohólicas, indicó hoy una fuente oficial.
Los estudios positivos indicaban que había consumido cocaína y opiáceos», explicó el gerente de la Clínica Navarra de Bogotá, Jorge Murcia, a la emisora Blu Radio.
La niña desapareció el pasado domingo en horas de la mañana de un área popular de Bogotá de donde fue aparentemente secuestrada por Uribe Noguera en un vehículo de su propiedad.
Horas más tarde fue hallada sin vida en un apartamento de propiedad del sindicado, en el exclusivo barrio Nueva Granada, en el sector de Chapinero, con aparentes signos de violencia sexual.
La Policía dijo entonces que el principal sospechoso del crimen era el arquitecto, de 38 años, quien el mismo domingo fue recluido en la Clínica Navarra, situada en el norte de Bogotá, «bajo una crisis».
De acuerdo con el doctor Murcia, al ingresar en el centro asistencial el sospechoso confesó haber consumido «perico», como se conoce a un alcaloide derivado de la cocaína.
Además, agregó el galeno, fue la familia del paciente la que solicitó el apoyo de la policía.
Por su parte, la emisora Caracol Radio tuvo acceso al informe médico (triage) de Rafael Uribe Noguera al ingresar a la sección de urgencias de la Clínica.
En el reporte se indica que el paciente fue remitido en ambulancia desde la Clínica Monserrat, a donde inicialmente fue conducido.
El informe precisa además que Uribe Noguera consumió tres bolsas del alcaloide «perico» y una botella y media de la bebida alcohólica conocida como aguardiente.
Excelsior