Error histórico. Imperdonable. Harakiri. Así fue la invitación y recibimiento que hizo el presidente Enrique Peña Nieto al candidato republicando por Estados Unidos, Donald Trump. Los mexicanos podremos perdonar que nos mientan en la cara, que nos roben, que nos ignoren, pero no que nos humillen en nuestra propia casa.
Quién sabe en qué estaría pensando Peña al recibir al xenófobo y racista por excelencia del país gringo; si pensó que Trump no se atrevería a verter su odio visceral a los mexicanos, o si imaginó que en verdad habría un diálogo y una apertura. Peña resultó bulleado y humillado, al grado de la lástima.
Quedó clarísimo y a la vista del mundo que esos coprófagos enquistados en Los Pinos no nos representan. Desde Ayotzinapa no habían corrido ríos de indignación de este caudal, desde el primer mexicano hasta el último. Pero la dignidad que le faltó a Peña para defender a su país, ¡en su propio país! le sobró al pueblo mexicano.
De inmediato los comentarios se encendieron en las redes sociales y en los medios de comunicación. Incluso hasta artistas como Moby y la propia Hillary Clinton, se preguntaron qué diantres vino a hacer Trump a México. Peña Nieto le faltó al respeto a todos los mexicanos y eso no se olvida.
Que tampoco se nos olvide que al gobernador electo, Javier Corral, no ha querido recibirlo y a este mamacallos sí. Pero con esta metida de pata histórica no hay duda de que sepultó hasta la más modesta aspiración del PRI para 2018, ni qué decir de la presidencia; esa ya está perdida. Patético que nos haya representado mejor un payaso como Vicente Fox, quien insólitamente ladró recio y bien, cuando tuvo que hacerlo.
Este hecho podría detonar la rebelión de las bases del propio PRI, incluso su desmoronamiento. En el Senado, por ejemplo, ya están los ánimos muy tensos. Se nombró a Pablo Escudero del Partido Verde como presidente del Senado, acción que enfureció a la senadora Lilia Merodio al grado de cuadrársele al dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, y reclamarle la traición.
Pero no nos dejemos engañar, lo que sucede realmente es que Merodio quiere congraciarse con los chihuahuenses después de haberse vuelto impresentable en Ciudad Juárez, luego de haber votado a favor del aumento de I.V.A. y de la mutilación de la Ley 3 de 3. Si el interés tiene pies, bien decían las abuelas.
Mientras tanto, el IEE ya dio a conocer cómo quedará la distribución de diputaciones en la próxima legislatura del Congreso local. Por primera vez, habrá más representación de mujeres (17) que de hombres (16). De estos, 11 serán diputad@s plurinominales.
Para estos curules el PAN no recibirá ninguno, pues obtuvo 16 lugares por elección ciudadana y estaría sobrerrepresentado; tampoco el PRI, su alianza lo obligó a ceder sus lugares, y sólo se quedará con cinco diputados por mayoría. Los más ganones en este reparto fueron los bichopartidos, quienes enquistados en el poder seguirán gozando de chupar la sangre del erario público.
A Nueva Alianza le tocaron dos lugares (Ma. Antonieta Mendoza y Martha Rea) más uno por mayoría relativa; el PT tendrá dos (Rubén Aguilar y Héctor Vega), el Pvem también dos (Alejandro Gloria y Hever Quezada), al igual que Morena (Pedro Torres y Leticia Ortega); al PES y el PRD le corresponden uno a cada uno: Israel Fierro y Cristal Tovar, respectivamente.
En la Facultad de Filosofía y Letras están muy contentos por la designación de Luis Fierro como rector de la UACh. Entre mariachis, felicitaciones y buenos deseos, lo recibieron sus alumnos y colegas de la Facultad, quienes confían en que la Universidad tomará nuevos bríos con un humanista al frente.
Pero el lugar que deja Fierro deberá ser ocupado próximamente y ya salieron dos candidatos: el profesor y coordinador de la Licenciatura en Filosofía, Heriberto Ramírez, y el secretario de Extensión y Difusión, Armando Villanueva. Ramírez es un hombre dedicado, comprometido y apasionado por las humanidades, pero dicen que los vientos soplan a favor de Villanueva. Que gane el mejor elemento.
César Duarte se va. Este viernes entregará su sexto y último Informe de Gobierno ante el Congreso del Estado, evento al cual no fue invitado su sucesor, Javier Corral. Lo menos que quiere Duarte es contacto con el nuevo gobierno, intenta irse sin más reproches y acusaciones, pretende hacerse el muertito y pasar desapercibido, pero los reflectores lo tienen en la mira y no lo van a dejar descansar.
A quien traían en la mira desde hacía varios años era al pasto evangélico Roberto Tinoco, quien es acusado de un fraude millonario hacia las Asambleas de Dios, de donde se robó las ofrendas recibidas que ascenderían a millones de pesos. Ya fue expulsado y deberá enfrentar una demanda penal.
También se le acusa de apropiarse del templo Palabra Viva, lugar que es propiedad de la congregación y no de una persona. Tinoco además de ser acusado de ladrón, ha estado en la mira por las cirugías plásticas que se realizó, por el apoyo que promovió hacia Carlos Borruel en campaña y por los excesos en su vida privada que no cabe mencionar en esta columna.