Los que andan muy acelerados por ya cerrar la CTC, empresa operadora del Vivebus, para entregársela a Gobierno, son el ahora famoso Güerito Lozoya y sus secuaces de la CTM.
Dicen los enterados que el viernes fueron citados por el Deliciense Memo Márquez, que ahora no solo funge como secretario de Ecología, sino como secretario General de Gobierno. La cita fue para darle el primer entre al Consejo de la CTC en cuanto a la postura de estos, la cual como les hemos adelantado se encuentra dividida al estilo de Sheakspeare “Ser o no ser” por no decirlo, seguir o no seguir operando el Vivebus.
Pues bien, el viernes al estar reunidos llegaron líderes morales de Permisionarios, es decir aquellos que no han sido borregos de Zapata, y los que con conocimiento de causa, saben lo que pasara de continuar con la reversa, lo cual no se requiere mucho para saberlo, pues están destinados al fracaso y quiebra rotunda al regresar al esquema hombre camión. Estos hombres de acero, se han caracterizado por ser hombre de temple, hombres inquebrantables, lideres verdaderos que ante las adversidades y circunstancias adversas han sacado la casta, reclamándole al Güerito el porqué los ha traicionado de esa forma y que no piensan confiarle más sus negocios. Que no suene chisme pero gran risa causo que al darse cuenta el Güerito que los hombres de acero se aparecieron a la mesa del Deliciense sin invitación alguna, se escondió en el baño secretario. Constipado de los intestinos o vaya usted a saber por qué. La cuestión es que quien le echaba porras de aliento en el baño fue el Director de Transporte Gustavo Morales, al más mero estilo del secreto en la montaña, o mejor dicho secreto en el baño del deliciense.
Se dice que la familia Lozoya en este corto tiempo se ha apoderado no solo del control de la maquiladora, sino de las negociaciones a cuartos oscuros con los alfiles de Gobierno en cuanto al destino del Vivebus. Y es que usted no está para saberlo ni nosotros para contarle, pero los ingresos de “La familia” ascienden más de un millón de pesos. No cabe duda que no tienen llenadera, y están por asegurar en negocio de sus vidas.
Dicen los malosos, que dentro de las negociaciones de la familia Lozoya y sus secuaces se encuentra la operación de la Troncal, limpiando pasivos a diestra y siniestra de la ya quebrada CTC. Y como no estar quebrada si como ya habíamos informado todas las acciones de apoyo de Gobierno fueron encaminadas a quebrarlos para atraer la atención de la ciudadanía y tener el pretexto perfecto para la ya mencionada y pagada “requisa”.
Esta operación estará operada mediante una cortina de humo por Cesar Toledo, quien recientemente se jubiló de Gobierno. Seguirá trabajando pero ahora en un esquema que estará por definirse; Honorarios, Asesores, y porque no, como Empleado.
La estrategia de Gobierno no termina ahí, pues al requisar la troncal, que dicho sea de paso tiene una aceptación de arriba de 8, de seguir operando con la actual tarifa, traerá aún más pérdidas de dinero para Gobierno, y no se diga para los concesionarios y mucho más para el pueblo. Una vez que se den estas pérdidas se pondrá en licitación la operación de nueva cuenta de la troncal; la cual dicen los enterados ya fue ofrecida a la CTM y ¿por qué no decirlo?, será entregada a la Familia Lozoya que cuenta con más de 10 concesiones. Pretexto perfecto para no continuar endeudándose como Gobierno, claro está, una vez modificada la tarifa.
Diabólica será entonces la decisión que al darse cuenta que Gobierno tendrá un pasivo de un día para otro de más de 250 millones de pesos, como si no bastara la deuda actual. Para ello tendrá que modificar la tarifa a 6-6-6; y no vaya a usted creer que es el seis seis seis que jugaba en la primaria, sino la tarifa que solo Satanás pudo modificar para quebrar a los concesionarios. Esta tarifa diabólica según los estudios indican que podrá medio mantener operando la troncal, siempre y cuando no le claven el diente, y terminara de hundir a los concesionarios que operaran las alimentadoras en el esquema hombre camión, o como mini-CTC, pues queda claro que la modificación de la tarifa, es un tema que en Palacio “No se toca” al menos hasta que no sea operada por la Dirección de Transporte o por quien el todo poderoso.
Le somos francos, al enterarnos de estas decisiones queda una duda, ¿Es el Vivebus un proyecto del Gobernador? O, ¿qué hubo realmente de trasfondo desde el principio en este tema? Lo cierto es que el desenlace de esta novela aún no termina. Espérela. Estaremos atentos en los próximos días en la Secretaria General o el la Secretaria de Desarrollo Urbano.
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