Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr y John Lennon, en una sesión de fotos de mediados de los años sesenta con unos palos de golf. Universal History Archive (Getty Images)
Los especialistas discuten sobre la calidad, la idoneidad y la contribución de la alta tecnología en el tema que se acaba de editar con la marca más rentable de la historia del rock
La sorpresa espera a la vuelta de la esquina en este mundo desconcertante en el que vivimos y ya nos alteramos por pocas cosas. Pero quizá nos haga dar un respingo esta noticia: una nueva canción de los Beatles ¡en 2023! Recordemos: el grupo desapareció hace 53 años y dos de sus cuatro miembros ya fallecieron. Pero, efectivamente, ahí se escucha la voz de John Lennon mientras toca su piano blanco instalado en el edificio Dakota: “Sé que es cierto, todo es por ti. / Y si lo logro es gracias a ti. / Y de vez en cuando, si debemos volver a empezar, sabremos con certeza que te amo”.
La historia de Now and Then, que se puede escuchar desde las 15 (hora española) de hoy jueves 2 y que Paul McCartney ha calificado como “canción final de los Beatles”, confronta demasiados planos como para quedarse solo con los 4 minutos y 8 segundos que dura esta balada tipo Jealous Guy (sin querer comparar: es solo orientativo). No existe en la música pop más vieja escuela que la de los Beatles, el grupo más trascendental de la historia; y no hay mayor fantasma para los defensores del clasicismo rock que la alta tecnología encarnada por ese demonio que se nos echa encima llamado inteligencia artificial (IA). Hasta tal punto saltan chispas que desde hace unos días las abundantes notas de prensa sobre el nuevo tema del cuarteto de Liverpool han borrado la mención de la IA, cosa que sí citó Paul McCartney en junio pasado cuando dio la noticia en la BBC Radio 4. “Paul McCartney dice que la inteligencia artificial ha permitido una canción final de los Beatles”, tituló la BBC.
Cinco meses después, Now and Then ya se puede escuchar y será altamente complicado demostrar si todo lo que canta Lennon sale de su garganta o alguna máquina inteligente ha tenido que echar una mano. “La voz suena perfecta, está muy bien. Creo que es muy reconocible Lennon. Aunque a veces suena a su hijo… Pero sí, reconozco el giro de voz de John”, señala el músico y beatlemano Igor Paskual después de escuchar Now and Then. El comunicado oficial insiste en que la tecnología no se ha utilizado para crear artificialmente sobre la voz de Lennon, sino “para preservar la claridad y la integridad de la interpretación vocal original, separándola del piano”. La IA, por lo tanto, para limar y limpiar sonidos y no para crear. Una vez conseguida esta claridad, llegan los injertos de 2023: McCartney (Liverpool, 81 años) ha aportado bajo y piano y Starr (Liverpool, 83 años) batería; se ha recuperado una guitarra de Harrison (fallecido en 2001) y se han añadido coros. Además, McCartney ha grabado unos dibujos de guitarra slide “al estilo de George” y Giles Martin, hijo del productor y quinto beatle George Martin (fallecido en 2016), ha escrito un arreglo de cuerdas. Un mecano de cirugía tecnológica que ha hecho torcer el gesto a los seguidores puristas.
Now and Then es una pieza de finales de los años setenta, grabada a piano y voz por un Lennon treintañero en alguna habitación del edificio Dakota de Nueva York, donde vivía el beatle con su pareja, Yoko Ono, y donde fue asesinado (en la puerta) el 8 de diciembre de 1980 con 40 años por Mark David Chapman. Estamos, pues, ante un tema, en su origen, de Lennon. A mediados de los noventa, Paul, Ringo y George preguntaron a Yoko Ono si guardaba en algún cajón material de Lennon. Ono les ofreció tres temas sobre los que estaba trabajando su pareja: Free As a Bird, Real Love y Now and Them. Era una cinta de casete casera donde presumiblemente John había escrito: “For Paul” (para Paul). ¿Teorías sobre este mensaje? Que Lennon pensaba en una reunión con su viejo amigo. Solo conjeturas, en cualquier caso. Los tres beatles trabajaron en ellas, pero solo pudieron salvar las dos primeras, que incluyeron en los recopilatorios Anthology 1(Free As a Bird, 1995) y Anthology 2(Real Love, 1996). La tecnología de la época no pudo sacar una calidad óptima de la cinta donde se encontraba Now and Then. Gracias a herramientas como la inteligencia artificial, ahora se ha esculpido un nuevo tema del cuarteto. Paul y Ringo han trabajado con la misma maquinaria que el cineasta Peter Jackson utilizó en el aplaudido documental Get Back (2021). “Ahí estaba la voz de John, clara como el cristal. Fue emocionante. Y todos tocamos. Es una grabación genuina de los Beatles en 2023?, ha dicho McCartney en un minidocumental de 12 minutos donde se cuenta el origen del tema. Ringo Starr subraya: “Era como si John estuviera allí, en el estudio”. Now and Then se incluirá, desde el 10 de noviembre, en la reedición de los álbumes recopilatorios Rojo y Azul, las guías musicales y sentimentales de muchas generaciones. El tema nuevo es el anzuelo para que el fan se rasque el bolsillo: existen diferentes formatos, pero el pack completo puede superar los 100 euros. Ya se habrán dado cuenta de que llega la Navidad, y pocas máquinas de facturar dinero tan engrasadas como la de los Beatles.
A los beatlemaniacos curiosos no les es ajeno Now and Then. La maqueta (demo) original de Lennon nutre desde hace años el amplio mercado pirata de los Beatles, a veces con nombres alternativos a los de Now and Them, como I Don’t Want to Lose You o Miss You. Se puede escuchar el tema en plataformas como YouTube: dura cinco minutos, algo más que la que ahora se publica, e incluye alguna estrofa más. Los abogados de los Beatles deben estar trabajando a destajo estos días porque el tema aparece, desaparece y vuelve a aparecer en pequeños lapsos de tiempo. Al músico Luis Prado, seguidor rendido de los Beatles, con carrera en solitario y estos días de gira con Miguel Ríos, no le convence el tema: “No me gusta especialmente. No consigo que me enganche. Entiendo a George Harrison cuando la descartó ya en las sesiones de Anthology y dijo que no había nada más que rascar. Le veo más encanto a la grabación casera [demo], la verdad”.
A otros especialistas les gusta el tema nuevo. El crítico de Rolling Stone,Rob Sheffield, escribe: “Escuchar a John y Paul cantar juntos es intensamente poderoso. Golpea mucho más emocionalmente que Free As Bird o Real Love, donde la voz de John sonaba débil”. Igor Pascual apunta: “Me parece un buen tema. Los Beatles son los creadores de la balada moderna. Prefiero esta canción a cualquiera de Coldplay. Un poco de Lennon es mucho. Me parece bien que se haya recuperado, porque estamos muy necesitados de belleza actualmente. Y de la manera que se haga para mí no es lo más importante. Gracias a la tecnología no hemos perdido estas melodías. Creo que nos da mucho miedo todo lo que suena a IA y a máquina, porque se cree que deshumaniza la música. Y no es cierto. Hay un miedo del ser humano a la máquina, que en realidad es un miedo a uno mismo, a no estar a la altura de la máquina”.
A otros no les convence la carcasa. Es el caso de Tito Lesende, autor del libro Revolver. El disco de los Beatles que revolucionó el rock: “Es una canción estupenda. La melodía tiene la cadencia clásica de John Lennon y la parte instrumental es magnífica, sin duda. Pero quiero matizar que esto no son los Beatles, por mucho que nos lo repitan, sino una intervención genética sobre una muestra de ADN creativo de Lennon”. Lesende añade: “Now and Then es un boceto que Lennon nunca pensó para los Beatles; ni siquiera lo terminó, y tal vez nunca lo hubiera publicado. Por supuesto, Lennon no está aquí para ejercer su derecho moral y decidir sobre su canción. Tampoco está Harrison, que trabajó sobre ese boceto en los 90 y decidió que no daba el estándar de calidad para ser publicado. Difuntos los dos miembros críticos, lo que aquí escuchamos es una grabación provisional, no profesional, de Lennon a sus 39 años, combinada con la voz cansada de Paul McCartney a sus 80, porque el tiempo solo se detiene para los muertos”.
En el bando de los vivos no hay fracturas. Todos han formado un bloque compacto. Yoko Ono cedió la canción, McCartney y Ringo tejieron los injertos y Sean Ono Lennon (hijo de John) y Danhi Harrison (vástago de George) han dado su bendición. En el documental, Sean incluso parece referirse a un sueño místico: “Fue conmovedor escucharlos trabajar juntos después de todos los años que papá estuvo fuera. Es la última canción que mi papá, Paul, George y Ringo pudieron hacer juntos”.
Luis Prado apunta una teoría, teniendo en cuenta que la letra trata de la necesidad de una relación y de echar de menos a alguien. Aunque lo más lógico sería pensar que la destinataria es Yoko…: “Creo que Paul está convencido de que la letra está dedicada a él y por eso se ha empeñado en sacarla. Hay varias canciones de John, una que se llama I Know, que está llena de homenajes a Paul. Y dicen que Jealous Guy también. Así que no es una teoría descabellada, porque es un tema que John no tenía resuelto: echaba mucho de menos a Paul, pero al mismo tiempo no lo soportaba”. Lesende expone su temor al ver durante todos estos años el empeño de McCartney por tener siempre viva la llama de los Beatles: “Con esta canción ya han acabado con el almacén y tengo la sospecha, y el miedo, de que lo siguiente sea recrear a los difuntos a partir de patrones previos de sus grabaciones. O sea, poner a trabajar a los cuatro beatles de esa manera y crear así una franquicia. Eso me parecería fatal”. ¿Merecería dejar en paz el legado de los Beatles y no realizar experimentos? Luis Prado apunta que sí: “Paul está un poco obsesionado con ser el representante de los Beatles en la tierra. Estaría bien decirse: ‘Paul, relájate ya, que ya no hay nada más”.
La realidad es que en 2023, los Beatles y los Rolling Stones han publicado canciones nuevas. Aunque mucha gente de menos de 25 años no se vaya a enterar…
Detienen a Marilyn Cote, la falsa psiquiatra de Puebla
Marilyn Cote, quien se hacía pasar por psiquiatra en Puebla, fue detenida este jueves 21 de noviembre en el estado de Tlaxcala. La Fiscalía General del Estado de Puebla, en colaboración con la Fiscalía de Tlaxcala, cumplimentó una orden de aprehensión en su contra por el delito de usurpación de profesión.
Cote, abogada de profesión con una maestría en Criminalística y un doctorado en Psicología Clínica, ejercía ilegalmente como psiquiatra, prescribiendo medicamentos controlados sin contar con la cédula profesional correspondiente. Su consultorio, ubicado en las Torres Médicas de Angelópolis, fue clausurado por la Secretaría de Salud de Puebla tras descubrirse que no contaba con la documentación necesaria para operar.
La Fiscalía de Puebla ha recibido al menos cinco denuncias de pacientes que fueron atendidos por Cote, quienes reportaron efectos adversos debido a la medicación prescrita por ella. Durante un cateo en su consultorio, las autoridades aseguraron documentos con aparentes falsificaciones que le permitían ejercer profesiones sin los requisitos legales.
Este caso ha generado preocupación sobre la verificación de credenciales de los profesionales de la salud en México. La presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó la gravedad de ofrecer servicios de salud sin la cédula profesional adecuada, subrayando que, además de ser un fraude, representa un riesgo significativo para la salud pública.
Marilyn Cote enfrenta cargos por usurpación de profesión y falsificación de documentos, delitos que podrían conllevar penas de hasta seis años de prisión. Las autoridades continúan investigando para determinar si existen más víctimas y si se cometieron otros delitos relacionados.