El video de Yuawi ha inspirado una diversidad de memes y hasta la creación de una marcha convocada en Facebook para que dé en un concierto masivo en la Plancha del Zócalo capitalino, el próximo 21 de marzo.
Yuawi López tiene 9 años y es originario de la Sierra de Jalisco. Foto: Especial
Ciudad de México, 4 de enero (SinEmbargo).- Luego de que se hiciera viral el video donde Yuawi López aparece cantando el tema “Movimiento naranja”, del partido Movimiento Ciudadano (MC), se dio a conocer que no es la primera vez que el pequeño ha estado relacionado con la política.
De acuerdo con varios medios nacionales, el niño de tan sólo nueve años participó en la toma de protesta del Senador Ismael Hernández Deras como dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), grupo perteneciente al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El menor, quien es originario de la Sierra de Jalisco, habría puesto a bailar a los cientos de cetemistas y funcionarios que asistieron al evento, el cual se habría celebrado el pasado 15 de noviembre.
Además de su participación en este evento priista, el 8 de mayo pasado cantó durante un evento turístico organizado por el consulado de México en Canadá. El 31 del mismo mes, Yuawi también habría ofrecido un concierto para Movimiento Ciudadano, durante un mitin del ex candidato a Gobernador de Nayarit, Raúl Mejía, el cual se llevó a cabo en el parque ecológico de la entidad.
El spot electoral del partido Movimiento Ciudadano (MC), “Movimiento Naranja”, se viralizó en redes sociales, a tal grado que usuarios han creado memes y remixes de la canción, e incluso ha circulado una grabación donde un DJ la toca en un antro.
La canción interpretada por el niño Yuawi López ya tiene un remix con la canción “Mi Gente” de J Balvin y Willy William, donde se hizo una adaptación para que en el video aparezcan ambos cantantes.
En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”