El Zócalo de la Ciudad de México tiene un nuevo rostro. Fueron cuatro meses de trabajos de remodelación; la Plaza de la Constitución ahora luce una imagen más moderna y a la altura de su relevancia histórica.
La plancha tuvo que esperar 60 años para ser intervenida; ese tiempo causó un deterioro importante en este sitio. El pavimento estaba roto y desgastado, en algunas partes incluso se podían ver varillas que salían del suelo.
Ahora, después de más de 120 días —tiempo récord en las obras de la rehabilitación— la plaza está lista para recibir a millones de personas quienes podrán disfrutar el esplendor de su belleza.
El Zócalo capitalino está preparado para ser el anfitrión de celebraciones patrias, conciertos, exposiciones, ferias y un sinfín de actividades que permitirán que, tanto capitalinos como turistas, gocen de la plaza pública más importante de la República Mexicana y una de las más grandes del mundo.
“Los invito para que hoy apreciemos el renovado esplendor de nuestra plaza, que juntos disfrutemos de este orgullo de ser mexicanas y mexicanos, que hoy refrendemos con calificado testimonio de nuestras valerosas Fuerzas Armadas aquí presentes, el fervor patrio”, dijo Mancera, durante el corte de listón para reinaugurar el sitio.
Los trabajos comenzaron el 22 de abril en la zona norponiente de la plancha, entre la Catedral Metropolitana y el Corredor Peatonal Francisco I. Madero.
La renovación del Zócalo durante la administración mancerista marcará un precedente en la historia de la Ciudad de México, el gobierno buscó que la plaza recobrará su plenitud, su espíritu de grandeza y su majestuosidad.
El crecimiento que tuvo el Zócalo es significativo, ya que con las obras de rehabilitación aumentó un 10 por ciento su superficie, lo que da como resultado una plancha de 22 mil metros cuadrados.
Ayer por la mañana Mancera realizó una ceremonia para presentar el nuevo rostro de la plaza, en la que estuvo acompañado por la secretaria de Cultura del Gobierno Federal, María Cristina García Cepeda; el secretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda; el secretario de Marina, Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, y del Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera.
TRABAJOS. La modernización de este espacio consistió en el cambio de superficie a 4 mil 420 metros cúbicos de relleno fluido y concreto hidráulico con acabado arquitectónico de busardeado.
Los accesos al Zócalo mantienen cruces seguros hacia Francisco I. Madero, 5 de febrero, 16 de septiembre, 20 de noviembre, Pino Suárez y Moneda.
Las entradas del Metro que están en el interior de la Plaza se modernizaron con la sustitución de escalones superficiales, el embellecimiento del perímetro con piedra volcánica y se cambiaron 34 metros lineales de barandal de acero de ambas entradas.
El rescate del primer cuadro de la Ciudad de México cuenta con nuevos elementos, entre los que destacan 750 metros lineales de tubo de drenaje pluvial con capacidad para desalojar hasta 28 litros de agua por segundo para evitar encharcamientos, así como 56 puntos de anclaje, con la finalidad de facilitar la instalación de escenarios e impedir perforaciones en la superficie peatonal.
Otro onjetivo es garantizar condiciones de accesibilidad, seguridad y comodidad de personas con discapacidad se habilitaron 730 metros lineales de guía táctil y siete rampas.
El piso es de textura rugosa antiderrapante y se le aplicó un sellador que funciona como protector de manchas provocadas por aceites, humedad y polvo, por lo que se facilita su mantenimiento.
Fuente: La Crónica