En un mundo en el que 250 millones de personas consumen alguna droga, la regulación es una estrategia de las naciones para administrar el riesgo que representa la ilegalidad. De acuerdo con Comisión Global de Política de Drogas, este tipo de estrategias reducen los daños que pueden causar tanto en los consumidores como los productores, y es una potencial herramienta para debilitar al crimen organizado.
El estudio “Regulación: El control responsable de las drogas”, recomienda que las naciones reconozcan los peligros que la ilegalidad de las drogas representan en las personas y aceptar que poner en marcha una estrategia de regulación “no implica admitir una derrota ni condonar el uso de drogas”.
La prohibición de las drogas en México ha generado más violencia, además de la criminalización y represión de los consumidores. De acuerdo al informe de la Comisión cualquier reforma de la política de drogas debe tener al sector salud como protagonista.
Estos son 5 puntos a favor de la regulación, según los especialistas:
Escrutinio de producto, venta y acceso
Una regulación de la droga podría llevar a un escrutinio de los productores y de la misma sustancia: los precios, la potencia, el empaquetado y la preparación de productos, dice el informe.
Así, los productores pueden recibir concesiones, ser monitoreados y entrenados, mientras que se puede establecer un orden para la comercialización, promoción, ubicación, presentación y las horas de venta.
“El acceso y la disponibilidad pueden regularse, obviamente en términos de control de la edad, pero también incluyendo opciones como licencias de compradores o esquemas de membresías para clubes, y modelos de prescripción médica”, detalla el texto.
Reducción de daños al consumidor
El informe señala que las drogas con potencias desconocidas se venden y consumen en un ambiente criminal sin ningún control de calidad. Además, algunas veces se anuncian como cosas que no son y están desprovistas de información básica.
Por ello, detalla el texto, el poner a los gobiernos y las agencias regulatorias de vuelta en control de este mercado puede reducir significativamente los riesgos para los consumidores.
Debilitar al crimen organizado
La prohibición ha puesto a las organizaciones criminales en control del comercio ilegal de drogas, y el retomar el control de este mercado para desempoderar al crimen organizado sigue siendo una motivación central para la regulación, según los especialistas.
Esto significa restringir una de las más amplias y accesibles oportunidades criminales, que se traduce no solo a los criminales existentes, sino significativamente a las generaciones criminales futuras.
“Terminar con la prohibición brinda la posibilidad de desviar a millones de potenciales productores de drogas, jóvenes traficantes y comerciantes de un estilo de vida criminal peligroso y destructivo”.
El mercado ilegal alimenta la corrupción y la violencia
La producción y el tráfico ilegal de drogas, añade el informe, están despiadadamente motivados por las ganancias, pero una parte fundamental es la falta de restricciones, la rendición de cuentas y las instituciones que guían a las economías legales.
“Las organizaciones delictivas flexibles y oportunistas se sienten naturalmente atraídas por las comunidades empobrecidas, los estados frágiles o los países sensibles a la corrupción. Aquí las amenazas a su negocio por parte del estado se pueden mantener más fácilmente al límite, se minimizan los costos de producción o tránsito y se maximizan los beneficios”, añade.
Menos violencia y abusos contra derechos humanos
Para los especialistas, la intensificación de la aplicación de políticas prohibicionistas solo sirve para desplazar la actividad ilegal, aumentar la criminalización y el encarcelamiento y, “en particular cuando está militarizado, aumentar los niveles de violencia relacionada con las drogas y abusos contra los derechos humanos”.
Actualmente, dice el informe, las personas involucradas a pequeña escala en actividades no violentas relacionadas con la producción, el tránsito y la venta de sustancias psicoactivas “sufren sentencias extremadamente desproporcionadas” y pueden correr el riesgo de la pena capital o penas de prisión más largas que las que se otorgan por crímenes violentos.
“El disfrute de los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la cohesión social exigen sentencias proporcionales, alternativas al encarcelamiento o amnistía, especialmente cuando se establecen medidas políticas y económicas para permitir que estos delincuentes se unan al mercado laboral legal”, añade.
Durante la presentación del informe, el expresidente mexicano Ernesto Zedillo admitió que durante su gobierno, de 1994 a 2000, siguió una “política equivocada” al optar por la prohibición de las drogas en lugar de la regulación.
Zedillo dijo que las políticas prohibicionistas basadas en la represión y la criminalización dejaron un “resultado devastador” en muchos países.
“Estas políticas han fracasado rotundamente y prácticamente en todos los lugares en los que se han aplicado”, dijo y añadió que se incrementaron los problemas de salud pública y violaciones de derechos humanos”.
De acuerdo al estudio, la prohibición de las drogas en México ha tenido efectos devastadores en México: “Como política, ha fracasado para proteger la salud pública o individual y en cambio ha socavado las instituciones del Estado”.
Fuente: Animal Político