La falta de vitamina D podría ser un factor en común entre las personas con un cuadro más grave de coronavirus que requieren hospitalización. Así lo confirma un nuevo estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society. La investigación revela que el 80% de 216 pacientes contagiados del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, sufría una deficiencia de esta vitamina, siendo los hombres quienes presentaban unos niveles más bajos que las mujeres.
En realidad, no es el primer estudio que demuestra esta hipótesis. Francisco Javier Escalada, director de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra y presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, hace referencia a una investigación reciente, dirigida por el doctor José Manuel Quesada Gómez, en la que se llevó a cabo un ensayo clínico basado en administrar vitamina D a un grupo de pacientes con covid. Sobre sus resultados, Escalada indica que «los ingresos en UCI disminuyeron, mientras que los pacientes que no recibieron el medicamento ingresaron de forma mucho más frecuente e incluso la tasa de mortalidad fue mayor».
Sobre la principal aportación del informe publicado, el experto expresa que «ha hecho ver la altísima prevalencia de déficit de vitamina D que hay en estos pacientes. Desde hace tiempo somos conscientes de que hay una incidencia mayor de la que pensábamos en la población general y, sobre todo, en determinados grupos como personas con obesidad, con diabetes o ancianos. Sin embargo, ahora tenemos que añadir también otro tipo de pacientes como son los que sufren Covid-19», afirma Escalada, que asegura que «un 80% de prevalencia es un porcentaje brutal».
En este punto, el experto detalla que ya se ha puesto en marcha un ensayo clínico con muchos más enfermos que analizará precisamente si la administración de esta hormona «puede ser un arma terapéutica para mejorar la evolución clínica de estos pacientes con covid».
La vitamina D, producida por los riñones, es la encargada de controlar el nivel de calcio en la sangre y que influye también en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, especialmente en lo que respecta a la protección frente a otras infecciones. Sin embargo, la falta de esta hormona puede ser la responsable de enfermedades como la osteoporosis o el raquitismo en niños.
En este sentido, Escalada expone que la vitamina D se puede considerar una hormona por sus múltiples funciones, pues no solo es importante para el control del calcio y de la salud de nuestros huesos. «Está relacionado con el sistema inmune, el cardiovascular, con un mayor riesgo de desarrollo de diabetes. Refiriéndonos al sistema inmune, esta vitamina consigue mejorar la función de las células defensivas y también, por ejemplo, disminuir la posibilidad de que se produzca la tormenta de citoquinas (sustancias inflamatorias) y una de las características de la Covid-19», manifiesta el endocrino, quien añade que con la administración de esta hormona «parece que se podría disminuir esa respuesta inflamatoria y mejorar toda función inmune que tiene nuestro organismo».
«Un enfoque es identificar y tratar la deficiencia de vitamina D, especialmente en personas de alto riesgo como los ancianos, los pacientes con comorbilidades y los que conviven en residencias de mayores, pues son los principales grupos de riesgo de la Covid-19», apunta José L. Hernández, doctor de la Universidad de Cantabria y coautor del estudio.
El investigador explica que «el tratamiento con vitamina D debe recomendarse en pacientes con coronavirus que muestren unos niveles bajos de esta en la sangre, pues esto podría tener efectos beneficiosos tanto en el sistema musculoesquelético como en el inmunológico».
Fuente: El Mundo