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Opinión

AUTODEFENSILANDIA por Victor M. Quintana SILVEIRA

AUTODEFENSILANDIA

Por Víctor M. Quintana S,

 

 

En México, el gobierno y los poderosos, legales e ilegles, producen tantas vulnerabilidades que no solamente se ve uno obligado a armarse y disparar en legítima defensa: se trabaja en la economía informal en legítima defensa; se emigra indocumentadamente en legítima defensa, se acude a la medicina alternativa en legítima defensa. Porque cuando el Estado falla, o se ausenta, o cae en manos de los poderes fácticos, la ciudadanía suple las funciones de éste, se las ingenia para autodefenderse no sólo en el orden público sino en todos los componentes de su seguridad humana.

 

Las comunidades indígenas fueron las primeras en construir sus propias autodefensas. Ante la invasión de sus territorios y el despojo de sus recursos naturales y ante la pasividad o complicidad de los diversos órdenes de gobierno, se organizaron en policías comunitarias y se armaron precariamente. Así lo hicieron en muchos pueblos acosados, sobre todo en Michoacán y Guerrero. Varias comunidades pagaron cara su valentía cuando fueron asesinados algunos de los suyos, como en Cherán, Michoacán. Hasta han sido encarcelados por aquellos cuyas funciones suplen con el pretexto de “portación de armas de uso exclusivo del Ejército”.

 

En la Tierra Caliente de Michoacán las autodefensas ya no son las comunidades indígenas que se arman. Productores agropecuarios, rancheros, comerciantes, toman las armas o pagan a quienes las toman para poner un hasta aquí a las extorsiones, secuestros, robos, incendios, de esa gran empresa criminal diversificada que son los Caballeros Templarios, protegidos o coludidos mucho tiempo con las llamadas fuerzas del orden.

 

Hay otras iniciativas ante la falencia o ausencia estatal del ámbito de la seguridad  pública, así lo revelan la proliferación de policías privadas y de calles cerradas por los vecinos, La informalización de la seguridad pública ha roto por completo el monopolio estatal de la violencia legítima a la vez que abre la puerta a la paramilitarización de la sociedad con todo y los efectos perversos que esta pueda acarrear, como son el cobro de cuotas de protección o el dominio de fuerzas para legales o francamente ilegales en no pocas zonas del país.

 

Pero la autodefensa social se extiende a otros aspectos de la inseguridad humana. Ante la incertidumbre de empleo y del ingreso, la economía informal sigue proliferando, tanto en su vertiente licita, como en la venta de mercancías piratas o, peor aún, en su vertiente de economía criminal diversificada.  La migración así sea indocumentada, es otra de las formas con que las familias se autodefienden del desempleo o de los empleos de muy baja calidad, a pesar de que tengan que arriesgar su vida al cruzar la frontera.

 

Los agricultores se autodefienden en muchos sentidos: de los embargos promovidos por los bancos, de los cortes de energía eléctrica por parte de la CFE,  de los coyotes e intermediarios que les pagan a nada sus cosechas. Las comunidades rurales se defienden como pueden del despojo de sus tierras, de sus aguas, de sus bosques, ejecutados por compañías mineras, forestales, turísticas, de energía, que, esas sí, son defendidas por el Estado o por pistoleros contratados como paramilitares.

 

Ante la insuficiencia y mala calidad de los servicios de salud pública la gente se autodefiende de la enfermedad acudiendo a la medicina tradicional o alternativa. Aquí también se abre puerta a los efectos perversos pues muchas personas son víctimas de charlatanes y profesionales sin escrúpulos.

 

La autodefensa de la sociedad cunde por doquier: las organizaciones no gubernamentales son quienes mejor defienden los derechos humanos de víctimas y familiares de desaparecidos, torturados, de los feminicidios, de los detenidos ilegalmente. Son formas de autodefensa las instituciones que la propia sociedad se da para proteger a los cada vez más indefensos adultos mayores, niñas y niños en situación de calle, personas con discapacidad, adictos…porque el Estado no ha sido capaz de estructurar instituciones y mecanismos ágiles y eficaces para atender a todos estos sectores vulnerables.

 

El Estado mexicano se ha convertido en el corazón con crecimiento atrófico  de un cuerpo social al que cada vez bombea menos sangre. Hablando en términos de Boaventura de Sousa Santos, dicho Estado ha ido reduciendo al mínimo su lógica de regulación/emancipación, para entregarse a lógica de apropiación/violencia

 

Indudablemente las acciones de autodefensa social en todos los aspectos resultan en construcción de contrapoderes, de ínsulas de autogestión  y participación ciudadana. Sin embargo, sería ingenuo pensar que la acumulación de estas experiencias irá generando una dualidad de poderes tal que habrá un momento en que el actual Estado, cada vez más decrépito, se derrumbe. El actual Estado, así se esté vaciando de sentido, o adopte la función de sólo proteger y defender a los poderosos, así esté atrofiado o agujereado, o fallido, mantiene una gran fuerza ante los débiles y es eficaz para garantizar los privilegios de los poderosos. Por eso, a la vez que se le combate o se le vacía desde abajo, es necesario transformarlo políticamente desde arriba, desde las propias instancias del poder político. No hay más que con estas bases refundar la República.

 

 

 

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Opinión

Ken Salazar: ¿Embajador o Actor de Telenovela? Por Caleb Ordoñez T.

¡Ah, Ken Salazar! El embajador de Estados Unidos que nos ha dejado perplejos con sus altibajos políticos, sus declaraciones dignas de un guión de serie, y su relación complicada con la Cuarta Transformación. Si algo ha demostrado este diplomático es que puede pasar de ser el mejor amigo de la 4T a su crítico más feroz, dependiendo de cómo soplen los vientos en Washington. Vamos, que ni él mismo parece saber en qué equipo juega.

La historia de Salazar en México comenzó con un apoyo incondicional a la estrategia de seguridad de López Obrador. “Queremos ayudar a México”, decía con entusiasmo. Todo iba viento en popa: AMLO estaba contento, Salazar estaba contento, y la relación bilateral estaba, si no perfecta, al menos pacífica. Pero, de repente, Salazar empezó a lanzar críticas, como si su personaje hubiese sufrido un cambio drástico de dirección. ¿Qué pasó? Pues, para sorpresa de todos, ¡Donald Trump volvió al juego! Y al parecer, eso trajo consigo una versión “Ken Salazar 2.0”, una más crítica y menos amigable.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

La situación llegó al punto de que Marcelo Ebrard, nuestro ex canciller, tuvo que enviarle un mensaje directo (aunque con tono irónico y de pulida diplomacia): “Dear Ken, what are you talking about?”. ¿Qué habrá pensado Salazar al leer esa frase? Porque para el diplomático promedio, una indirecta así es casi un grito. ¡Imagínense! Si hasta los memes en Twitter le daban vuelta, como si se tratara de una pelea entre amigos que ya no se soportan.

Por si fuera poco, Sheinbaum, en una de sus mañaneras, no perdió la oportunidad de hacer un comentario jocoso sobre los vaivenes del embajador. “Es que Ken se confunde”, dijo en tono irónico, como quien habla de un viejo amigo algo despistado. Claro, el comentario causó risas entre los presentes, pero también dejó en claro que el equipo de AMLO ya no se toma muy en serio las críticas de Salazar. Tal parece que la figura de Salazar es ahora vista como una especie de personaje excéntrico, más digno de un episodio de sátira política que de una embajada.

Pero lo realmente intrigante es: ¿quién podría suceder a Ken Salazar si Trump llega a la Casa Blanca nuevamente? ¿A quién enviaría el expresidente a continuar esta telenovela diplomática? Tal vez podríamos ver a alguien de su círculo más leal, como un Mike Pompeo, experto en lanzar dardos con una sonrisa, o, por qué no, a alguien más peculiar y polémico, como un Rudy Giuliani, quien seguramente haría de la embajada un espectáculo.

La verdad, sea quien sea, seguro nos traerá más drama. Porque, al parecer, la embajada de Estados Unidos en México ya no es un puesto diplomático, sino un auténtico reality show político, donde el que llega, o es nuestro mejor amigo, o el villano de la temporada. Así que preparemos las palomitas, porque la novela de Ken Salazar, o de su posible sucesor, seguro aún nos tiene reservadas muchas sorpresas.

Y un edificio nuevo.

La embajada de Estados Unidos en México está casi lista, con un avance notable, y no podemos evitar preguntarnos: ¿vendrá Trump a cortarle el listón si gana en 2024?

Imaginemos el espectáculo: Sheinbaum dando la bienvenida en la mañanera y un Trump republicano hablando de “buenos vecinos” (entre ironías y sonrisas forzadas). ¿Cómo gestionarán esta relación diplomática? Seguro veremos un juego interesante de diplomacia y un poco de sarcasmo, donde ambos bandos tendrán que bailar al ritmo de las relaciones exteriores. Con Trump y Sheinbaum, podríamos estar ante el evento del año… o de la más extraña comedia política.

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