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Opinión

¿EN QUÉ MEDIDA ESTAMOS EN MANOS DE GANGSTERS METIDOS A “POLÍTICOS”? Por Aquiles Córdova Morán

Esta no es la primera vez que saco a la luz pública delitos cometidos en contra de algunos de los más destacados dirigentes antorchistas, sus familias y sus pequeños hijos. Recordaré rápidamente, por falta de espacio, algunos de los más relevantes: la atroz campaña de anónimos soeces, injuriosos y amenazantes del gobierno de Querétaro que encabezó Francisco Garrido Patrón, que culminó con la violación de mi domicilio particular y el asesinato a mansalva del joven Jorge Obispo Hernández; la violación y registro de los domicilios de los líderes antorchistas de Veracruz, Querétaro, Hidalgo y, recientemente, del vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre Enríquez; y, finalmente, las amenazas de muerte contra un líder antorchista en el municipio de Corregidora, en Querétaro, de otro en Cananea, Sonora, el “accidente” en la autopista México-Pachuca contra una marcha de campesinos hacia el Distrito Federal, con saldo de un muerto y varios lesionados graves, y el asesinato del Lic. Pedro Sánchez Camacho, quien se desempeñaba como abogado de algunas pequeñas empresas de transportistas mexiquenses que han recibido el respaldo de nuestra organización para defender su derecho a trabajar independientemente. Todos estos casos fueron denunciados oportunamente ante las autoridades y ante la opinión pública, a pesar de lo cual todos permanecen en la impunidad total.

Pero, en vista de que el Movimiento Antorchista no dispone de recurso mejor para defenderse en estos casos, hoy vuelvo a sacar a la luz los bestiales (por su lenguaje y por lo animalesco y primitivo de sus amenazas) “comentarios” (así los llaman sus autores) filtrados en la cuenta de Facebook de Maricela Serrano Hernández, candidata del PRI al gobierno municipal de Ixtapaluca, Estado de México, y cabeza muy visible del antorchismo mexiquense. La primera de estas “joyas”, que hablan bien del estercolero que hay en el cerebro de sus autores, es la siguiente (el tipo de letra, la ausencia de puntuación y las faltas a la sintaxis y a la ortografía son del original):

PINCHES PENDEJOS ANTORCHISTAS BAJENLE DE HUEVOS O NOS LO BAMOS A CHINGAR PINCHE MARICELA DONDE ESCONDISTE A TUS HIJOS TODOS PUTOS ANTORCHISTAS INVASORES TODOS TELESFORO TOLENTINO LISANDRO AQUILES BAJENLE DE HUEVOS ALEJAN A SUS HIJOS DE SUS PADRES PERO SABEMOS DONDE ESTANM TODOS ATENEA AQUILES ELIU YASER NIDIA CADA UNO DE ELLOS EN CADA LUGAR TODOS LOS TENEMOS UBICADOS PINCHES DIPUTADOS Y PRESIDENTES HASTA LOS DE VERACEUZ SE LOS VAMOS A CARGAR EL SAMUEL Y LA MINERVA EL HOMERO Y TODOS SUS HIJOS…. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Haciendo a un lado nombres como los de Lisandro, Samuel o Minerva, que a todas luces son para despistar, y también el argot imitando al crimen organizado con el mismo propósito, es obvio que el golpe va dirigido contra los antorchistas del Estado de México que están contendiendo por un cargo de elección popular: Jesús Tolentino Román, candidato a diputado por el distrito XXV de Chimalhuacán; Telesforo García Carreón, que compite por la presidencia municipal del mismo municipio y Maricela Serrano que, como ya dije, va por la presidencia municipal de Ixtapaluca. Los tres coinciden en los magníficos resultados de su campaña, que a estas alturas les da una ventaja insuperable sobre sus competidores según encuestas aplicadas por bufetes profesionales. Si a esto se añade que, en estos días, el antorchismo no enfrenta ningún conflicto grave derivado de su agenda diaria en ninguna otra parte del país, y que jamás hemos tenido ningún roce con los cárteles de las drogas, resulta evidente que la amenaza surge del actual proceso electoral en el Estado de México. Y los avatares de este proceso encajan perfectamente con esta conclusión. En el caso de Ixtapaluca, es del conocimiento público (y también del gobierno del estado) la inconformidad irreductible del grupo del ex presidente municipal Armando Corona con la postulación de Maricela, inconformidad que ha hecho patente de manera abierta y desembozada mediante una campaña mediática que ha rebasado todos los límites de lo tolerable en materia de injurias, acusaciones y calumnias, con tal de descarrilar la candidatura de Maricela. Le faltaba sólo el recurso del terror anónimo mediante amenazas directas de muerte. En el caso de Chimalhuacán, el problema surge de la arrogancia, soberbia y menosprecio al voto antorchista, en el propio Chimalhuacán y en Texcoco, por parte del candidato a la presidencia municipal, Manuel Cadena Morales, y de su candidato a diputado federal por el distritoXXXVIII (la mayoría de cuyo padrón electoral está en Chimalhuacán), Amado Acosta, que los ha llevado a ignorar por completo las legítimas aspiraciones del antorchismo. La consecuente falta de apoyo ante esta agresión ha exacerbado la prepotencia y el autoritarismo de ambos candidatos, y a ello se suma la bien conocida relación personal y política entre los candidatos texcocanos y los inconformes de Ixtapaluca.

Entra aquí el segundo “comentario”: IMVECIL CREES QUE NO SABEMOS DONDE MANTIENES A TUS HIJOS… SEREMOS CLAROS, EL CHIQUITO, ELIU, ESTA CON LOS PELONES… MUERAN PERROS.

Los terroristas olvidan aquí el camuflaje del primer “mensaje” y van directamente contra Maricela y sus hijos; y si recordamos, además, que en el primer anónimo sólo mencionan por sus nombres a los hijos de ella y de Telésforo García Carreón, se afianza la conclusión de que el tiro va por la cuestión electoral en Ixtapaluca y Chimalhuacán. Pero hay algo más. La mención de Homero Aguirre, que no es candidato a ningún cargo y cuyo domicilio fue allanado y esculcado hace poquísimos días por gente de Axel García Aguilera, sugiere con gran fuerza de convicción que hay un tercer actor en este asunto: el pulpo camionero que encabeza el negociante mencionado, contra cuyos abusos salió a declarar Homero hace poco y fue la causa del asalto a su domicilio. Pareciera pues, que la campaña de intimidaciones, amenazas y terror, tiene un triple origen: Ixtapaluca, Texcoco y Cuautitlán Izcalli.

Me dirijo ahora muy respetuosamente al Dr. Eruviel Ávila Villegas, como primer mandatario del Estado de México y como distinguido jurista, para recordarle que los antorchistas somos ciudadanos en pleno goce de nuestras garantías constitucionales, por lo que tenemos el mismo derecho que otro cualquiera a ser candidatos a cargos de elección popular. Por tanto, debemos gozar de las mismas garantías de respeto, integridad física y libertad para llevar a cabo nuestras actividades proselitistas y políticas en general, de que disfrutan otros candidatos y partidos. Le recuerdo, además, que al menos dos de los tres problemas que menciono (el de Ixtapaluca y el del pulpo camionero) están desde hace tiempo en manos de sus funcionarios y que seguimos en espera de resultados ciertos en ambos casos. El señor gobernador, como Doctor en Derecho y humanista que es, sabe que amenazas como las que denuncio, por el temor, el desasosiego y la ansiedad que ocasionan a las familias, por el daño psicológico irreparable que provocan en las mentes infantiles amenazadas por alimañas brutales capaces de las peores crueldades, son un grave delito que debe perseguirse y castigarse sin esperar a que se cumplan o no. ¿Son necesarios, acaso, uno o varios secuestros o asesinatos para actuar? Y la vida política de la nación ¿No merece ser ventilada y depurada a fondo de especímenes tan infames como los anónimos que hoy nos amenazan?

 

 

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Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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