Esta es la crónica de una infidelidad anunciada que no quieres ver. Las etapas han sido y son las mismas siempre. No son nada originales. Inexplicablemente las ignoramos, las justificamos, nos las negamos a nosotras mismas y por más brillantes que seamos, nos explotan en la cara. Ocurren hasta en el hombre más perfecto y en ese es más peligroso que en otros. ¿Será verdad que la mujer se cree lo que se quiere creer?
1. Excesivas expresiones de amor contigo (hay que asegurarse a la que está por si no resulta con la otra)
2. Efervescencia en las expresiones, chispa diferente en los ojos.
3. Demasiada energía
4. Se levanta más temprano
5. Tarda más en arreglarse y vestirse para salir
6. Si está gordo, se pone a dieta y empieza a ejercitarse
7. Busca ropa más de moda
8. Deja de hablar por teléfono frente a ti. A veces hasta se esconde en el baño. Cuando no tiene alternativa, habla en monosílabos o dice palabras que parecen señales o códigos, o textea mucho.
9. De repente, decide ir al supermercado, a la farmacia, a echar gasolina.
10. Si estuvo de viaje contigo, a la primera oportunidad sale corriendo con una excusa.
11. Empieza a buscar todo tipo de defectos en ti y en lo que haces, de los que nunca se había quejado.
12. Te hace creer que tú tienes muchas cosas que arreglar y que no lo atiendes como se merece.
13. Todo lo molesta. Parece una fiera enjaulada cuando está contigo o en tu casa.
14. Empieza a llegar tarde todos los días.
15. Poco a poco, no puedes contar con él para nada, ni para asuntos de los niños si los tienen.
16. Lo que parecía disfrutar, ahora lo detesta.
17. No te atiende sexualmente. Si te atiende, se nota que lo hace “por cumplir”.
18. Cuando le reclamas o le preguntas, te niega absolutamente todo con demasiada pasión. Te acusa de ser una celosa insoportable, te hace sentir culpable por dudar de él, y hasta te envía a un psicólogo porque estás deprimida y paranoica.
19. Si le dices que lo vieron o que te dijeron algo, la gente es “mala”, “chismosa”, “ven lo que no hay” y “hablan rumores sin fundamento”. Aquí debuta la famosa frase: “No es lo que parece”.
20. Te asegura que ya no eres la misma. El ofensor se convierte en ofendido, y el victimario, en víctima.
21. Cuando casi te ha convencido de que lo inventaste todo, te dice que está pasando por una etapa y se siente confundido (No se quiere quedar “sin la soga y sin la cabra”).
22. Te dice que necesita “espacio” y “tiempo” y se separa dentro de la casa.
23. Se niega a visitar a un consejero matrimonial.
24. Te dice que necesita más espacio y tiempo fuera del hogar, que necesita estar solo para “pensar” y te jura que se va a mudar solo.
25. Al final, de acuerdo a cómo le fue en la aventura o si la otra puede vivir con sus faltas de carácter, sus hábitos y sus sentimientos de culpa (porque esos siempre llegan), se te va y te pide el divorcio; se goza todo el tiempo que le da la gana porque se siente seguro de que lo vas a esperar toda la vida como si fueras su madre y no su mujer; o vuelve el perro arrepentido porque lo botaron como bolsa o vio que la grama no estaba más verde detrás de la cerca.
Vía Contexto.com.ar
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