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Acusan a hackers rusos de ciberataques contra la Casa Blanca

Estados Unidos sospecha que hackers rusos son los autores de los ciberataques sufridos por el Departamento de Estado, a través de los cuales habrían conseguido acceder a elementos sensibles del sistema informático de la Casa Blanca, según revelaron a CNN funcionarios estadounidenses que fueron informados de la investigación.

“Las investigaciones han llevado hasta direcciones IP ubicadas en Rusia”

De acuerdo con las fuentes consultadas, las investigaciones estadounidenses han llevado hasta direcciones IP ubicadas en Rusia, por lo que se sospecha que detrás del ciberataque estarían hackers de ese país.

En el marco de esta investigación, las agencias de seguridad habrían descubierto que los hackers usaron el Departamento de Estado para acceder a la red de la Casa Blanca y robar todo tipo de material.

La Casa Blanca ya reconoció en su momento que había sufrido un ciberataque en el que había perdido material no clasificado. Sin embargo estas fuentes aseguran que sí habría información sensible, como la agenda en tiempo real del presidente Barack Obama.

Aunque esa información no es clasificada, es altamente sensible y con mucho valor para las agencias de inteligencia extranjeras, señalaron funcionarios estadounidenses.

La Casa Blanca dijo en octubre pasado que notó actividad sospechosa en una red no clasificada que sirve a la oficina ejecutiva de Barack Obama. El sistema ha sido apagado de forma periódica para realizarle mejoras de seguridad.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Servicio Secreto y agencias de inteligencia están involucrados en la investigación del ataque, que se considera es uno de los más sofisticados jamás hechos contra el gobierno de Estados Unidos.

La intrusión fue realizada a través de computadoras en todo el mundo, tal como lo hacen los piratas informáticos para ocultar su identidad, pero los investigadores encontraron códigos y otras marcas que creen que apuntan a piratas informáticos que trabajan para el gobierno de Rusia.

Un vocero del Consejo de Seguridad Nacional declinó hacer comentarios sobre el ataque. Hasta ahora ni el Departamento de Estado de Estados Unidos ni la embajada de Rusia han comentado al respecto.

Para entrar a los sistemas de la Casa Blanca, los piratas informáticos primero entraron a los del Departamento de Estado, según los investigadores.

Quienes manejan el sistema computacional del Departamento de Estado no han podido impedir que los piratas informáticos rusos vuelvan a entrar al sistema. Un funcionario dijo que los rusos se han «adueñado» del sistema por varios meses y que no está claro en este momento si ya fueron totalmente expulsados.

Los ataques al Departamento de Estado y a la Casa Blanca es una de las razones por las que James Clapper, director de Inteligencia Nacional, dijo durante una audiencia en el Senado en febrero pasado que «la ciberamenaza rusa es más severa de lo que previamente se estimaba».

©Univision.com

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Nota Principal

Trump y Musk rompen públicamente: amenazas, acusaciones y un choque con consecuencias políticas y económicas

WASHINGTON (CNN) — Lo que alguna vez fue una de las alianzas más poderosas e influyentes en la política estadounidense ha estallado de manera espectacular. El presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk protagonizaron este jueves un enfrentamiento público cargado de acusaciones, amenazas de represalias económicas y hasta insinuaciones sobre el escándalo Epstein.

Todo comenzó cuando Trump expresó su “profunda decepción” con Musk tras las críticas del empresario al proyecto estrella del presidente: un gigantesco paquete legislativo republicano sobre impuestos, gasto, energía y migración. “Teníamos una gran relación. No sé si la tendremos más”, dijo Trump desde la Oficina Oval.

Musk respondió con artillería pesada desde su red social X, afirmando que Trump no habría ganado la elección de 2024 sin su ayuda y calificando su actitud de “ingratitud”. La guerra digital entre ambos se intensificó rápidamente, reflejando una ruptura total entre el presidente y uno de sus mayores donantes y aliados tecnológicos.
Del «súper asesor» a enemigo político

Musk, quien hasta hace poco ocupaba un rol especial como empleado del gobierno a cargo de la “eficiencia gubernamental”, fue clave en el diseño de la visión trumpista de achicar el aparato federal. Pero ahora, fuera del cargo, ha arremetido contra el pilar legislativo del presidente, llamando al proyecto una “abominación asquerosa” por su impacto en el déficit.

Trump, enfurecido, contraatacó amenazando con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar severamente a empresas como SpaceX, Tesla y Starlink, y que incluso tendría repercusiones en la Estación Espacial Internacional.

Musk respondió con una acusación explosiva y sin pruebas: aseguró que Trump “está en los archivos de Epstein” y sugirió que ese sería el motivo por el cual ciertos documentos del caso no han salido a la luz. CNN no ha podido verificar esa afirmación ni ha recibido comentarios oficiales de la Casa Blanca.
Crisis interna para los republicanos

El magnate también se burló de la política arancelaria de Trump —diciendo que llevaría a una recesión este mismo año— y hasta se mostró abierto a respaldar un juicio político para destituir al presidente y colocar al vicepresidente JD Vance en su lugar.

La relación entre ambos ha tenido consecuencias inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street tras la pelea pública, y los analistas ya especulan sobre cómo esta ruptura podría influir en futuras elecciones, dado que Musk fue el mayor donante individual conocido en las elecciones de 2024.

Algunos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump estaba “más sorprendido que enojado”, y que el distanciamiento con Musk le ha afectado emocionalmente. Sin embargo, la actitud del presidente ha comenzado a endurecerse, especialmente después de que Musk dijera: “Sin mí, Trump habría perdido”.
Una pelea con implicaciones más allá del ego

Más allá de la disputa personal, la pelea plantea dilemas políticos y económicos importantes: ¿seguirá Musk respaldando candidatos republicanos? ¿Se cortarán efectivamente sus contratos con el gobierno federal? ¿Podría esto fracturar la ya polarizada base conservadora?

En un tono melancólico, Trump evocó los días en que Musk lo apoyaba y hasta hacía campaña por él: “Elon me respaldó con fuerza. Incluso subió al escenario a hablar por mí”, dijo, visiblemente afectado. Sin embargo, también lo acusó de sufrir una especie de “síndrome de desorden anti-Trump” común entre exfuncionarios.

Por ahora, mientras los insultos y acusaciones vuelan de una plataforma a otra, una imagen de su antigua cercanía persiste: el Tesla rojo que Trump compró en un evento para impulsar el negocio de Musk aún permanecía estacionado en el camino de entrada de la Casa Blanca la noche del jueves. Un símbolo de una alianza que, al menos por ahora, parece haber llegado a su fin.

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