La Diputada Mayra Díaz Guerra, propuso al Poder Ejecutivo del Estado implemente Campañas Integrales de Salud Sexual y Reproductiva para personas Adolescentes Indígenas, en las cuales se empleen a profesionistas de la salud que conozcan su idioma, cosmovisión y prácticas culturales, así como sus sistemas normativos.
Lo anterior con la intención de crear consciencia en las personas adolescentes indígenas para que de forma responsable e informada, decidan sobre su paternidad y maternidad y sobre todo de evitar nacimientos de niños y niñas que muy probablemente crecerán en condiciones desfavorables; sin mencionar la prevención del riesgo de la mortalidad materna, y de enfermedades de transmisión sexual.
En Tribuna, la legisladora reconoció que las autoridades en materia de salud, realizan un gran esfuerzo en este tema y contemplan ya, programas de salud sexual y reproductiva y hacen lo posible por llevar dichos programas a las comunidades de la zona serrana y urbana en colonias y asentamientos indígenas establecidos en ciudades como Juárez, Chihuahua, entre otros, hace falta fortalecer el aspecto cultural de las familias indígenas que reciben esta información.
Por tal motivo, dijo, se deben redoblar esfuerzos para crear una verdadera conciencia sobre la sexualidad y reproducción en personas adolescentes indígenas, así como en sus padres y en el sistema de gobierno indígena de sus pueblos y comunidades para que estos se preocupen por que sus hijas e hijos reciban una adecuada educación referente al tema basada en derechos.
Cabe mencionar que dentro de los pueblos y comunidades indígenas, las mujeres y hombres experimentan la transición familiar a edades muy tempranas; según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009 (ENADID 2009) las mujeres hablantes de una lengua indígena tienen en promedio su primera unión conyugal a los 18.8 años, esto es casi dos años antes que las mujeres no hablantes, para quienes la edad promedio es a los 20.5 años (INEGI 2011). Según el Censo de Población y Vivienda 2010, el 83.3% de las adolescentes de 15 a 19 años no hablantes de una lengua indígena son solteras, pero entre las jóvenes indígenas de esta misma edad el porcentaje de solteras desciende a 76.6%, es decir, casi 1 de cada 4 ya está casada; las diferencias son aún más notorias en el grupo de jóvenes de 20 a 24 años: entre las no hablantes la mitad aún permanecen solteras (51.1%), mientras que entre las indígenas sólo el 33.8%; esto significa que 2 de cada 3 ya están casadas.
Por último, la Congresistas Díaz Guerra señaló que la unión conyugal a edades tempranas condiciona las oportunidades de las jóvenes porque limita y dificulta la continuidad escolar, y porque las obliga a asumir responsabilidades y obligaciones domésticas.