Angela Merkel hizo llorar a una adolescente refugiada palestina al decirle en publico que no podía evitar que su familia fuera deportada de Alemania, suscitando hoy un acalorado debate en el país y críticas en las redes sociales por la falta de «humanismo» de una de las mujeres más poderosas del mundo.
La escena se produjo el miércoles en un encuentro de Merkel con alumnos de entre 14 y 17 años de una escuela en Rostock, en el norte de Alemania. El acto avanzaba con normalidad hasta que Reem, una alumna palestina tomó el micrófono y contó su historia.
«Tengo proyectos, me gustaría estudiar. Es un deseo y un objetivo que realmente quisiera cumplir», explicó Reem en un alemán impecable mirando a Merkel con una cálida sonrisa, consignó la agencia alemana DPA.
Su problema: ella y su familia, provenientes de un campo de refugiados palestinos en el Líbano, residentes en Alemania desde hace cuatro años están por ser expulsados de Alemania.
«Es difícil ver que otros pueden disfrutar de sus vidas y yo no puedo disfrutar con ellos», ilustró la joven en el encuentro titulado: «Vivir mejor en Alemania».
La familia sigue a la espera de que la administración resuelva su petición de asilo, lo que impide que el padre tenga un trabajo regular o que ella pueda plantearse su futuro a medio plazo.
El golpe de realidad dejó descolocada a Merkel, que titubeó en busca de una respuesta: «Hmmm… Lo entiendo. Y al mismo tiempo debo… A veces la política es dura».
Merkel reconoció la lentitud en el estudio de las solicitudes y admitió que no se puede tardar cuatro años en dar una respuesta, pero subrayó que el Líbano no es un país en guerra civil y dejó claro que abrir la puerta a todos los palestinos que viven en los campos de refugiados generaría un «efecto llamada» para miles de personas.
Merkel continuó: «Sos una persona increíblemente agradable. Pero en los campos de refugiados palestinos en el Líbano aún hay miles y miles de personas. Y si ahora decimos ‘Pueden venir todos, pueden venir todos de África’ es algo que tampoco podemos lograr».
Entonces ocurrió lo inesperado: mientras Merkel argumentaba ante Reem el porqué no puede hacer nada para frenar su drama, la niña rompió en llanto. La canciller interrumpió: «Ay, vamos, lo hiciste muy bien», dijo a la adolescente.
El presentador del ciclo intervino: «Señora canciller, no creo que se trate de hacerlo bien, sino de que es una situación muy difícil».
«Sé que es una situación difícil», respondió Merkel, que entre tanto se acercó a Reem y le tocó la pierna.
«Por eso quiero acariciarla. Porque no queremos llevarlos a esta situación y porque expresaste en nombre de muchos otros a qué situación se puede llegar».
El video de un minuto y medio comenzó a circular de inmediato -con subtitulos en inglés- con etiquetas hostiles a la canciller, generando sobre todo críticas a la reacción de Merkel ante una prueba que requería una virtud que no figura entre sus fuertes: la empatía.
La etiqueta «merkelstreichelt» (Merkel acaricia) encabeza la lista de temas del momento en Twitter Alemania, en referencia al momento en el que la canciller intenta consolar a la adolescente cuando estalla en llanto al escuchar que no todos los solicitantes de asilo lograrán la residencia y algunos tendrán que dejar el país.
En momentos donde Merkel es criticada por numerosos europeos por su intransigencia en la crisis griega, la mayoría de los medios alemanes y del Viejos Continente analizó hoy el papel de la canciller criticando desde su pragmatismo y su frialdad hasta su decisión de no terciar ante un caso sensible y su supuesta falta de «humanismo».
Mientras que otros medios pretenden ver la prueba de la insensibilidad de la canciller, según informó la agencia de noticias EFE.
Entretanto, el gobierno alemán difundió el video completo para mostrar que el diálogo fue más extenso y algunos consideraron que la líder demócrata cristiana (CDU) reaccionó bien al explicar la realidad de la situación, otros la acusaron de «fría».
«Explicarle a una niña ante las cámaras que su destino no es asunto tuyo… Simplemente vergonzoso», escribió Jan Schnorrenberg, de las juventudes del partido Los Verdes.
En tanto, el moderador del debate, Felix Seibert-Daiker, que trabaja para un canal infantil, rechazó hoy que Merkel actuara sin corazón, aunque, reconoció, todos hubieran deseado oírla decir que Reem podría seguir en Alemania.
«Reacción de forma humana, a su manera», señaló Seibert-Daiker, quien consideró que hay que reconocer el valor de la canciller al explicar la situación con toda su dureza a la niña.
No obstante, la mayoría de los medios de comunicación afirman que cualquier personalidad política habría quedado en dificultad en la misma situación y sostienen que enfrentó la situación con sinceridad.
Alemania, la primera economía europea y el país más poblado del continente tiene previsto recibir 400.000 solicitantes de asilo este año, en su mayoría de Siria, Afganistán o Kosovo, lo que plantea un desafío a la infraestructura disponible y viene acompañado por el surgimiento de movimientos de ultraderecha como el islamófobo Pegida.