Boyan Slat, de 21 años, es uno de los 20 emprendedores más prometedores, de acuerdo con la firma Intel, por ser el fundador de The Ocean CleanUp, una compañía que a través de su tecnología podría limpiar la mayor isla de basura en el Pacífico Norte, para convertirla en combustible sintético.
Su idea nació cuando tenía 16 años, en una visita a Grecia donde encontró más bolsas de plástico en el mar, que peces mientras buceaba.
“Todo el mundo me dijo: Oh, no hay nada que puedas hacer al respecto, una vez que el plástico llega a los océanos. Me pregunté si eso era cierto. Para un proyecto de ciencias de la escuela secundaria me dediqué medio año para entender el problema en sí, y por qué es tan difícil de limpiar. Esto eventualmente condujo al nacimiento del concepto de The Ocean CleanUp”, explicó Slat a través de un correo electrónico a EL FINANCIERO.
Su tecnología consiste en desplegar al menos 100 kilómetros de una red en esa área del océano, lo que permitiría recolectar en 10 años el 42 por ciento de la basura, estimada en 70 millones 320 kilogramos de residuos plásticos en su mayoría.
De forma convencional, usando botes y personal, recolectar toda la basura tomaría 79 mil años. Sin embargo, el proyecto va más allá. El joven y las empresas con las que tiene alianza propusieron un método para aprovechar los residuos rescatados llamado pirólisis, que permitiría recuperar el plástico para hacer combustible, o incluso, usarlo como composta.
Este proceso químico consiste en la descomposición de productos plásticos a altas temperaturas, sin que estos liberen químicos o contaminantes al medio ambiente.
La pirólisis se puede usar para producir combustible líquido similar al gasoil a partir de biomasa sólida o plásticos.
De acuerdo con las empresas asociadas se ha demostrado que la producción de combustible a partir de los desechos marinos presenta la posibilidad de obtener un rendimiento del 77 por ciento, mayor que el 53 por ciento generado en el proceso normal de producción de gasolina.
Fuente El Financiero