En la película Sicario, el actor puertorriqueño Benicio del Toro derrota a una peligrosa banda del narcotráfico, que impone su ley en la frontera de México con Estados Unidos.
La cinta, que no se ha estrenado en México, ha recibido buenas críticas en Estados Unidos, e incluso se ha colocado como una de las favoritas de cara a los premios Oscar.
Pero en la vida real las batallas que enfrenta el filme, dirigido por Denis Villeneuve, no son tan sencillas.
Enrique Serrano Escobar, alcalde de Ciudad Juárez, donde se desarrolla la trama, encabeza una campaña para que no se vea la película.
El presidente municipal reconoce que no ha visto la película, que se presenta en diciembre en las salas cinematográficas de México.
Pero asegura que leyó unas partes del guion y con eso fue suficiente para promover el boicot.
¿Realidad?
Sicario cuenta la historia de una agente del FBI, protagonizada por Emily Blunt, que se alía con un consultor de seguridad con un pasado cuestionable para atrapar al líder del mayor cartel de la zona.
El socio de la agente federal estadunidense es encarnado por Benicio del Toro. El actor ha dicho que el filme se basa en hechos ocurridos en la realidad.
La película muestra escenas aéreas de barrios marginados de la ciudad, así como enfrentamientos en las calles, asesinatos y cadáveres dentro de paredes.
Delincuentes y policías aparecen mezclados, como si fueran un equipo.
Pero eso ya se acabó, dicen los vecinos inconformes y también el alcalde.
«Lo que describe pudiera ser similar a lo que se vivió hasta 2010 más o menos, pero hemos avanzado mucho en la recuperación de la paz, estamos muy lejos de esos escenarios», dice Serrano Escobar.
Antes
Entre 2007 y 2011, la población fronteriza con Estados Unidos fue considerada una de las ciudades más violentas del mundo.
Más de 9.000 personas murieron como saldo de la guerra entre los carteles de Juárez y Sinaloa para controlar las rutas de tráfico de drogas.
Durante 2010, el período de mayor violencia, la morgue no se daba abasto para recibir los cuerpos de personas asesinadas.
En algunos hospitales las reservas de sangre para atender a los heridos se terminaron por momentos.
Ahora la realidad es otra, afirma el presidente municipal.
Hoy
El promedio de homicidios es de entre 20 y 30 al mes, cuando hace unos años era de 350.
En los últimos 2 años no se ha denunciado un solo secuestro y los niveles de extorsión se redujeron casi a cero.
Detrás de estos números existe una estrategia especial de seguridad del gobierno federal, llamada «Todos somos Juárez», que desplegó a miles de soldados y policías en la zona.
También se aplicaron programas para rescatar espacios urbanos controlados por la delincuencia y se promovió la participación ciudadana en actividades escolares y culturales.
En tres años, la inversión pública superó los 6.000 millones de pesos, unos US$364 millones.
Decenas de sicarios y jefes de pandillas y bandas de narcotráfico fueron detenidos, como el líder del Cartel de Juárez, Vicente Carrillo Leyva.
Pero no es todo. Según especialistas, uno de los elementos que más contribuyó a la pacificación del lugar fue que el Cartel de Sinaloa, encabezado por Joaquín «El Chapo» Guzmán, ganó la guerra.
Fuente BBC