Los mexicanos en promedio se reportan como felices o satisfechos con la vida, con un promedio de ocho en una escala de cero a diez, y esto se debe al importante rol que juega la familia y su entorno social y afectivo para esa calificación, manifestó Gerardo Leyva, director general adjunto de Investigación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En entrevista con Excélsior, el funcionario expresó que cuando se consulta a los mexicanos sobre situaciones que no controlan (situación del país, economía, seguridad, empleo) estas calificaciones se reportan como las más bajas del módulo de Bienestar Autorreportado que aplica el instituto, por lo que la percepción sobre el entorno económico y social está restando bienestar a la población.
Es por eso que el funcionario manifestó que las autoridades deben prestar atención a estos factores que restan bienestar a los mexicanos, puesto que “el objetivo de las políticas públicas es mejorar la calidad de vida de la población, y el mejor juez para medir eso son las personas”.
No se puede ignorar lo que la gente opine y esté viviendo respecto a su calidad de vida”, puntualizó Leyva.
El Módulo de Bienestar Autorreportado que levanta el INEGI trae respuestas acerca de situaciones que disminuyen el bienestar de la población.
Las personas que han sido objeto de violencia o discriminación o que están en niveles de ingresos bajos o en situación de desempleo, tienden a menores niveles de bienestar autorreportado respecto al promedio nacional”.
Expresó que este tipo de instrumentos estadísticos deben ser usados por los gobiernos “para reducir la incidencia lo más posible de los fenómenos que restan calidad de vida a las personas”.
CONFIANZA DEL CONSUMIDOR
Consultado sobre el indicador de confianza del consumidor que publica mensualmente el INEGI, cuyo nivel nunca ha superado los 50 puntos (umbral teórico que separa el optimismo del pesimismo), el director general adjunto de Investigación comentó que lo que existe es un “comportamiento desplazado hacia debajo de la serie, cuyo promedio ronda alrededor de 34-35 puntos, pero ese indicador no debe ser leído e interpretado como una contracción, porque implicaría que todo el tiempo la actividad económica habría estado hacia abajo, lo cual no es cierto”.
En este sentido, expresó que los resultados de la confianza del consumidor son consistentes con las respuestas de bienestar “sobre situaciones que no controlan los individuos, como la situación del país, cuyas respuestas tienden a ser más bajas respecto a las que se refieren a cuestiones personales, que se califican más alto”.
Es por eso que se presenta un sesgo pesimista en la confianza del consumidor”, señaló Leyva.
FORO MUNDIAL
A partir de hoy y hasta el 15 de octubre se llevará a cabo el quinto Foro Mundial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre Estadísticas, Conocimiento y Políticas, organizado conjuntamente con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Guadalajara, Jalisco.
Con el eslogan “Transformando las políticas, cambiando vidas”, al foro asistirán personalidades de talla internacional, tanto mexicanos como extranjeros, quienes discutirán la forma de medir y evaluar el progreso de los países más allá de los indicadores macroeconómicos objetivos, y cómo esto puede contribuir a acciones que mejoren las políticas y el bienestar de la población.
Fuente Excelsior