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Política

Andrés Manuel López Obrador reta a Núñez con servicio de luz

Rotulados con el nombre de su partido político, Morena, y las frases “La Esperanza de México. Brigada de Resistencia Civil”, 60 camionetas adquiridas por el partido de Andrés Manuel López Obrador se alistan para retar a los gobiernos federal y de Tabasco, al ayudar a 299 mil 248 tabasqueños que adeudan el servicio de luz, a violar la Ley de la Energía Eléctrica y ayudarles a robarse la luz, con los llamados diablitos.

La Ley de la Energía Eléctrica, producto de la Reforma Energética, establece que los ciudadanos que roben la luz tendrán que pagar hasta tres veces el monto de la energía desde la fecha en que dejó de pagarla; amén de que se aplica una multa de hasta 3.5 millones de pesos por los diablitos.

“Con una multa de diez mil a 50 mil salarios mínimos por consumir, a través de instalaciones que alteren o impidan el funcionamiento normal de los instrumentos de medición o control del suministro eléctrico”, precisa.

Pero además deja claro que se sancionará a quien “haga uso de su influencia o poder político, reales o ficticios, sobre cualquier servidor público, personal o consejeros de las empresas productivas del Estado, con el propósito de obtener para sí o para un tercero un beneficio o ventaja, con independencia de la aceptación de las personas involucradas o del resultado”.

Desde redes sociales, diversos grupos sociales de Tabasco han dado a conocer que será el próximo lunes 23 de noviembre cuando Andrés Manuel López Obrador dé el banderazo de salida de estas 60 camionetas identificadas como “Comisión Electricidad” y que son coordinadas por el senador con licencia Adán Augusto López Hernández y que tienen el propósito de acercarse a los tabasqueños que no quisieron firmar el convenio entre Tabasco y CFE para condonar los adeudos históricos de la población.

En el año 2007, como parte de su protesta poselectoral, después de perder las elecciones presidenciales en 2006, Andrés Manuel López Obrador impulsó que no se pagara la energía eléctrica en Tabasco, lo cual generó un aumento considerable de deudores del servicio, pero que hace unos meses el gobierno de Arturo Núñez logró un acuerdo con la CFE para condonar el adeudo de 577 mil usuarios, que acumulaban un pasivo de nueve mil 300 millones de pesos.

La información oficial del gobierno del estado de Tabasco establece que hasta el 6 de noviembre 277 mil 752 usuarios había firmado el convenio para regularizar sus adeudos.

Pero ahora, Andrés Manuel López Obrador, quien rompió definitivamente con el gobierno de Núñez, organizó esta llamada resistencia civil para que los 299 mil 248 usuarios que no se han regularizado se mantengan sin pagar el servicio, con el compromiso de que él y Adán Augusto López Hernández se comprometen a conectarles el servicio, en los mismos postes de la CFE, ya que el plazo para la regularización vence el 31 de diciembre.

La campaña de AMLO se inscribe también en el contexto de la repetición del proceso electoral en el municipio de Centro, en el que Morena quedó en tercer lugar, superado por el triunfo del PRD y la alianza PRI-Verde en el segundo lugar de las preferencias electorales.

Rompe el silencio

Hace unos días, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, rompió el silencio y le respondió de manera directa a su examigo y exaliado Andrés Manuel López Obrador, quien lleva meses persiguiéndolo con un discurso duro y despiadado luego del magro resultado electoral de Morena en Tabasco, donde lo menos que le ha dicho el excandidato presidencial es “mapache electoral” y “traidor” y que “es peor que Roberto Madrazo, Manuel Andrade y Andrés Granier”.

El gobernador de Tabasco declaró: “Fui respetuoso en congruencia con mi propia biografía en el tema electoral y los resultados son los que reportó el trabajo de cada quien y a partir de ahí vino un enojo, una cólera que no ha cesado que la ha escalado Andrés Manuel, pero seguramente si se sienta a reflexionar y hace un poco de autocrítica pondrá las cosas en su lugar”.

Núñez dijo que la ruptura con su paisano va en serio y descartó una reconciliación con López Obrador en lo inmediato, por lo que es poco probable que puedan sentarse a platicar o tomar un café pues se siente muy agraviado y no se considera merecedor de los calificativos del líder de Morena.

Arturo Núñez, quien fue el primer director del antiguo IFE, sostuvo que como gobernador no se metió en la elección, sino que fueron las autoridades electorales nuevas quienes las manejaron y a las que apostó, toda vez que no son incondicionales del gobernador.

Ante una posible reconciliación, Núñez dijo: “Estoy muy agraviado, porque de ninguna manera me considero merecedor de los calificativos”.

Con información de Excélsior

Local

Alejandro Domínguez se deslinda de César Duarte y enfría su posible regreso al PRI

El diputado federal del PRI, Alejandro Domínguez, marcó distancia respecto al exgobernador César Duarte, al asegurar que su retorno al partido no está sobre la mesa y que, de existir tal intención, el propio Duarte tendría que iniciar un complejo procedimiento partidario que incluye la intervención del Congreso Nacional del tricolor.

Las declaraciones de Domínguez surgen en medio de la polémica generada por la denuncia pública de Duarte contra la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a la que acusó de destruir infraestructura hidráulica en su rancho El Saucito, así como varios pozos. Ante la creciente exposición mediática del exmandatario, el legislador priista fue cuestionado sobre la postura del partido respecto a su estatus como militante.

Domínguez fue contundente: “No hay ninguna intención, ni por parte de la dirigencia nacional ni de César Duarte, de reincorporarse al PRI. Él fue expulsado durante la presidencia de Claudio Ruiz Maciel. Incluso se defendió ante el tribunal, pero la resolución fue firme”.

Además, aclaró que no conoce a fondo los detalles legales que involucran al exgobernador en procesos penales y administrativos, aunque confirmó que las acciones en su contra incluyen señalamientos de CONAGUA, lo cual mantiene a Duarte más enfocado en su defensa jurídica que en la política partidista.

En cuanto al camino para una eventual readmisión, Domínguez explicó que tendría que ser el propio Duarte quien solicite su reingreso a través de la Comisión de Justicia Partidaria, un trámite que pasaría por los órganos internos del PRI y culminaría en el Congreso del partido. Pero fue enfático al reiterar que esto no forma parte de la agenda actual.

Las palabras del legislador surgen como respuesta a crecientes cuestionamientos sobre la cercanía —real o percibida— entre sectores del PRI y César Duarte, luego de que éste reapareciera públicamente con duras críticas al gobierno federal y estatal por la destrucción de infraestructura supuestamente legal en sus propiedades.

Al separar lo institucional de lo personal, Alejandro Domínguez intenta evitar que la figura de Duarte vuelva a enredar la imagen del partido, especialmente en un contexto donde el PRI busca reposicionarse de cara al próximo ciclo electoral. Con estas declaraciones, no solo cierra momentáneamente la puerta a cualquier especulación sobre el retorno de Duarte, sino que también reitera que el peso de su pasado político y judicial lo mantiene lejos de las filas tricolores.

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